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Reportaje:

La lucha contra el silencio femenino

Una decena de compositoras reivindican en el festival de Cádiz un sitio en las programaciones musicales

En escasos conservatorios se ha estudiado la obra de Clara Schumann. O las composiciones de Fanny Mendelssohn. Sus apellidos sí son conocidos pero acompañados de un nombre de varón. Robert, marido de Clara, o Félix, hermano de Fanny. Las mujeres han permanecido en silencio en la historia de la música. Y muchas lo siguen estando ahora. Para reivindicar su sitio, el Festival de Música de Cádiz ha acogido el taller Mujeres y creación musical actual. Un encuentro donde las compositoras han visto la necesidad de unirse para que su voz deje de estar callada.

En asociacionismo de mujeres sabe mucho María Luis Ozaita (Barakaldo,Vizcaya, 1939). Hace 22 años impulsó la Asociación de Mujeres en la Música. Lo hizo tras descubrir en unas jornadas en Viena el olvido al que se había sometido a algunas mujeres dedicadas por entero a la música, pero a la que los convencionalismos de su época habían desterrado al silencio. "Fanny Mendelssohn fue autora de algunas obras que se le atribuyen a su hermano. Ella era tan buena como él". También se dio cuenta de que ese silencio femenino imperaba todavía a principios de los años 80 del siglo XX y, por este motivo, decidió crear una organización que apoyase a mujeres como ella misma: trabajadoras de la música, descartadas en la mayoría de programas culturales.

El certamen gaditano se comprometió a incluir obra escrita por mujeres el próximo año

Ozaita reconoce que, al principio, pocos creyeron en su trabajo. "Me decían que me había metido en un lío. Que había creado una asociación que apenas iba a tener trabajo porque no había mujeres compositoras a las que reivindicar". Ella se apresura a responder que esos incrédulos se equivocaron. "Desde entonces hasta ahora, hemos hecho trabajos de recuperación de música creada por mujeres, hemos organizado conciertos con compositoras actuales y tenemos mucha labor por delante, que sólo nos frena la falta de fondos".

La fundadora de la asociación asegura que las mujeres se encuentran con barreras, muchas veces insalvables, para dedicarse a la creación. "En el conservatorio no hay problema. Mientras seas estudiante todo son parabienes. El problema es cuando terminas la carrera y quieres trabajar como compositora. Ahí ya no encuentras tantos apoyos". Ozaita reconoce que la situación es poco boyante en España para los compositores, independientemente de si son hombres o mujeres. Pero añade que las mujeres arrastran "una discriminación de siglos". Algo que ha sucedido menos con las intérpretes. "A mediados del siglo XX estaba mal visto que una violonchelista tocara con las piernas abiertas. O que tocara una tuba o una trompa. Había instrumentos femeninos y masculinos. Ahora la situación ha mejorado bastante pero en la composición persisten los problemas".

Ozaita fue la primera invitada al taller sobre mujeres y creación musical, organizado dentro del tercer Festival de Música Española de Cádiz, que ayer se clausuró. El encuentro permitió reunir a profesionales de la composición y expertas en la materia. Entre ellas, Inmaculada Almendral, Raquel Jurado, Iluminada Pérez Frutos, Pilar Jurado, Teresa Catalán o Diana Pérez Custodio. Mujeres que aportaron reflexiones sobre su obra y su carrera y compartieron fragmentos de su trayectoria.

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Pilar Jurado (Madrid, 1968) dio a conocer su labor como compositora, soprano, directora de orquesta y del Festival Internacional de Música Contemporánea de Madrid. En su exposición, Diana Pérez Custodio (Algeciras, 1969) llevó pequeños trozos de sus últimas cinco obras terminadas, las realizadas en los dos últimos años. Música para un video, para un poema y para una ópera. También dos obras instrumentales. Muestras de que ha trabajado y de que tiene ganas de seguir haciéndolo.

Diana Pérez asegura no sentirse discriminada como mujer, aunque es consciente de las dificultades de abrirse un hueco en este mundo. "Creo que nos determinan circunstancias biológicas que nos obligan a tomar decisiones trascendentales. Como tener o no tener hijos. Creo que soy la única compositora que he acudido al taller y soy madre. De ahí que destaque lo anómalo de mi situación", explica la compositora, para la que el taller ha servido para reclamar una unión de las las fuerzas de las profesionales de la música. "Es uno de los pocos debates a los que ha asistido donde no ha habido fisuras. Todas nos hemos tomado nuestras intervenciones muy en serio".

Las mujeres asistentes coincidieron en que les gusta mucho hablar para que el contenido de sus discursos sea escuchado. Pero prefieren que sea su música la que realmente suene. El Festival de Música Española de Cádiz no ha programado este año ninguna obra escrita por mujeres. El director del certamen, Reynaldo Fernández, se ha comprometido con las participantes del certamen a corregir ese "olvido" en próximas ediciones. Es, quizás, el primer éxito de las voces unidas contra el silencio femenino.

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