La Seguridad Social se prepara para el futuro

El Ministerio de Trabajo avanzó hace unos días una propuesta para la reforma del sistema de la Seguridad Social. El envejecimiento paulatino de la población española y la mejora del modelo de protección social son los dos argumentos que inducen al cambio. La propuesta pretende prolongar la vida laboral endureciendo la prejubilación. Además, prevé incentivar a los trabajadores que sigan trabajando más allá de los 65 años. UGT ha calificado el texto como "útil", y CC OO, de falto de ambición.

El Gobierno ha presentado el texto a los agentes sociales. Los sindicatos han mostrado sus diferencias. UGT la considera útil y CC OO incoherente

"Actualmente convivimos con pensiones cuyas aportaciones están infravaloradas", manifestó el secretario de Estado, Octavio Granado, el pasado día 10 de noviembre, cuando presentó la propuesta de reforma de la Seguridad Social.

El envejecimiento paulatino de la población española es uno de los argumentos esgrimidos por Trabajo para modificar el sistema de la Seguridad Social. En España, más del 18% de la población tiene más de 65 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). No obstante, el envejecimiento ha sido atenuado por el proceso de regularización de inmigrantes. Otro de los motivos que inducen al cambio, según Trabajo, es la necesidad de estrechar la vinculación entre aportaciones y prestaciones. "Ahora, las cotizaciones son más altas y durante más tiempo, lo que exige mejores prestaciones", explicó Granado.

El documento de reforma ha sido presentado en la mesa de diálogo social, formada por sindicatos y patronal, y aún deberá ser discutida y negociada. Además, en caso de acuerdo entre las partes será necesario que supere el trámite parlamentario. Por eso, aún queda un largo camino por recorrer para que entre en vigor el nuevo sistema de la Seguridad Social.

De momento, los sindicatos han mostrado sus diferencias. Mientras la Unión General de Trabajadores (UGT) califica la propuesta como "equilibrado, moderado y útil", Comisiones Obreras (CC OO) afirma que el texto es "incoherente y contradictorio". Además, CC OO considera que es "manifiesta y necesariamente mejorable".

El objetivo del Gobierno es fortalecer la protección social durante los próximos años. Esta mejora de las prestaciones debe afectar a las pensiones, a los servicios a las familias y debe permitir al Estado financiar el sistema nacional de dependencia. "No supone un recorte del gasto. Son reformas para permitir un crecimiento ordenado del gasto en todos los capítulos, que acabe con las actuales lagunas del sistema de protección", según Trabajo.

Octavio Granado alertó sobre el difícil panorama que se cierne sobre la Seguridad Social si no se emprenden reformas. El déficit del sistema se estima en 15 o 20 años, considerando la situación más crítica, según fuentes de la secretaria de Estado de la Seguridad Social. Desde CC OO manifiestan que el Gobierno tendrá que pagar, en el año 2040, cerca de 5,2 millones de euros de pensiones más que en la actualidad.

No obstante, "la Seguridad Social vive el mejor momento de la historia", apuntó Granado hace dos semanas cuando presentó el proyecto de reforma. El Gobierno estima que el sistema de garantía social cerrará este año con un superávit de más del 1% del producto interior bruto (PIB). Además, el fondo de reserva de la Seguridad Social tiene mejor salud que nunca. Las arcas del sistema alcanzan 27.175 millones de euros, lo que equivale a casi seis mensualidades de la nómina de pensiones. Y para colmo, los afiliados a la Seguridad Social han crecido un 5,67% durante el último año, hasta 18.280.518 ocupados.

El camino es claro. El acuerdo del Congreso de los Diputados por el que se renueva el Pacto de Toledo explica cuáles son las líneas por las que deben ir los legisladores.

Y siguiendo esas directrices, el Gobierno propone prolongar la vida laboral de los trabajadores. El método: incentivando a aquellos que trabajen más allá de los 65 años y endureciendo las condiciones para la jubilación anticipada. Actualmente, la edad media de jubilación de los trabajadores españoles se sitúa en los 63,7 años.

Partiendo de estas premisas, la propuesta del Gobierno mantiene tanto la edad oficial de jubilación, en 65 años, como el periodo medio de cotización en 15 años efectivos. El texto conserva el límite de los 35 años de cotización para tener derecho a percibir la totalidad de la pensión. La edad mínima para la jubilación anticipada se establece con carácter general en 61 años, para todos los grupos.

Trabajo pretende facilitar el acceso a las prestaciones a los trabajadores despedidos de largas carreras profesionales. Además, para fomentar que los trabajadores continúen trabajando después de cumplir 65 años, el Gobierno pretende mejorar la pensión de aquellos trabajadores que opten por esta alternativa y tengan más de 35 años de cotización. También prevé eliminar los coeficientes reductores para los que se jubilen con más de 65 años y justifiquen al menos 15 años de cotización.

Éste es uno de los argumentos que utiliza CC OO para rechazar el texto. Según el sindicato, "va contra el principio de contributividad". Así, un trabajador que haya cotizado 45 años y quiera jubilarse a los 65 años, cobraría menos pensión que otro que hubiera cotizado 36 años y se jubile a los 66 años.

Uno de los puntos más revolucionarios del nuevo modelo que propone Trabajo afecta a las pensiones de viudedad. El Gobierno completará una nueva definición de los beneficiarios para que se adapten a la nueva realidad social. De esta forma, las parejas de hecho podrán acogerse a este tipo de pensión. Además, en caso de divorcio previo, se reserva para la última pareja un 50% de la pensión. El texto también incorpora importantes mejoras para las prestaciones por maternidad, como una semana de permiso de paternidad.

Con independencia de la reforma de la Seguridad Social, Trabajo prevé elevar las pensiones no contributivas un 26% en 2008. El Gobierno también ha propuesto crear un observatorio del sistema de la Seguridad Social, compuesto por los agentes sociales y la Administración, para la evaluación permanente de los problemas sociales y laborales. Su función será vigilar la relación entre aportaciones y prestaciones para garantizar el equilibrio del sistema.

Otra de las propuestas consiste en mejorar la rentabilidad del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. El sistema español es uno de los que presenta menores costes de funcionamiento y menores tiempos de respuesta de toda la Unión Europea, insisten desde la Secretaría de Estado.