Volúmenes que cuestan entre 60 y 450.000 euros

"El salón es para todos los públicos, la oferta es muy variopinta", aclara rápidamente Fernando Contreras. El secretario del Gremio de Comerciantes del Libro Antiguo, que organiza el Salón, quiere separar la asociación de ideas que enlaza libros antiguos con mucho dinero.

Para todos los públicos, con un mínimo de nivel adquisitivo, aunque tampoco muy alto, matiza después Contreras. En la muestra se pueden encontrar ejemplares desde los 60 euros. "Otra cosa es que luego alguien que tenga dinero pueda gastarse 12.000 euros en un libro", aclara. Los que vale, por ejemplo, una tercera edición de El Quijote de 1610 que se editó en Italia, disponible en uno de los mostradores. O los cerca de 450.000 en que está tasado un archivo sobre América y Cuba "muy extenso" de Don Miguel Tacón sobre la unificación de la isla caribeña. Un ejemplar "excepcional" de los siglos XIX y XX que es, a juicio de Contreras, la joya de la corona.

En el otro extremo están los libros más asequibles. Un aficionado en potencia podría empezar con el tomo sobre España y Portugal de una serie de libros de viajes editados en Alemania que cuesta 90 euros. O una primera edición de Prosa y Verso, de Juan Ramón Jiménez con una "muy buena encuadernación". "Es como los coches. Casi todo el mundo tiene uno, pero luego algunos tienen un Mercedes", explica Contreras.

Este librero habla casi con amor de su profesión, de sus libros, un modo de vida quizá condenado a desaparecer. "A la gente ahora sólo le interesa el libro mercantil. Se está perdiendo el gusto por el libro antiguo", se lamenta. "A nosotros nos duele vender ejemplares", cuenta. "Algunos, únicos, no vuelves a verlos. Por eso me gusta más comprar, lo que pasa es que hay que comer también. Es una pena, pero yo me puedo pasar meses en la tienda con más gastos que ingresos". Por eso es tan importante el Salón. "Las ferias son fundamentales para cuadrar el balance" de la temporada. Pero tampoco hay que relajarse. Sólo hasta el año que viene.