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Las bodas civiles ya superan a las de carácter religioso en Cataluña

Los hombres se casan a los 33 años de media y las mujeres a los 30

Las bodas civiles se han impuesto sobre las de carácter religioso por primera vez en Cataluña y representan ya más del 54% del total. Este cambio, al que ha contribuido en gran medida el auge de los enlaces en segundas nupcias, se venía gestando desde hacía años, ya que en el último lustro las uniones exclusivamente civiles han aumentado más del 66%.

Según los datos facilitados ayer por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) sobre la nupcialidad en Cataluña, en 2004 se celebraron 32.035 matrimonios, el 3,8% más que el año anterior. De estos enlaces, 14.535 (el 45,3%) se celebraron por la Iglesia, mientras que 17.318 (el 54,1%) fueron de carácter exclusivamente civil. El 0,6% del total de las uniones se formalizaron siguiendo ritos religiosos no católicos (182 en cifras absolutas).

Las cifras de 2004 revelan que las bodas civiles se dan mayoritariamente entre las uniones en segundas o siguientes nupcias, que han aumentado en los últimos años hasta representar el 20% del total, cuando en 1986 no superaban el 9%.

Más edad, más bodas civiles

La celebración de la boda civil es también la opción más elegida entre los mayores de 30 años, principalmente porque en las edades más adultas se dan la mayoría de los matrimonios en segundas o posteriores nupcias, en las que no suele darse la celebración religiosa. En los casos en los que los contrayentes se encuentran por debajo de los 30 años, en cambio, la ceremonia católica predomina por encima de la civil. Ésta es la elegida por la gran mayoría (el 86,2%) de las parejas en las que al menos un cónyuge es extranjero o en las que ambos lo son (el 81%).La formalización de uniones entre contrayentes de distinta nacionalidad es un fenómeno claramente en auge y su crecimiento corre paralelo a la llegada de inmigrantes, según reflejan las cifras del Instituto de Estadística de Cataluña. Mientras que el número de bodas en las que ambos contrayentes son de nacionalidad española prácticamente no creció en 2004 respecto al año anterior (la subida fue de tan sólo el 0,6%), el de enlaces en los que al menos uno de los cónyuges era extranjero se disparó, con el 20% de incremento.

Así, el año pasado se registraron en Cataluña 2.808 matrimonios entre un hombre español y una mujer extranjera. En la mayoría de los casos ésta era de origen suramericano o del resto de Europa. Las bodas entre mujer española y hombre extranjero, mayoritariamente suramericano o africano, fueron menos frecuentes: 1.700. Los matrimonios en los que ambos contrayentes eran de origen extranjero sumaron 1.680 y en este grupo fueron mayoritarios los enlaces entre ecuatorianos, colombianos y argentinos.

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Cónyuges de más edad

Desde hace años, las parejas retrasan cada vez más la cita con los juzgados o la Iglesia para contraer matrimonio y ésta tendencia siguió en 2004. Así, entre los hombres, la edad media para el matrimonio se situó en 33,3 años (5,6 años más que en 1986) y en las mujeres en 30,7 (5,5 años más). El Instituto de Estadística de Cataluña atribuye este fenómeno a varias causas, entre ellas "el mayor acceso de las personas a ciclos formativos de niveles universitario o posterior, la dificultad de encontrar trabajo estable y el encarecimiento de la vivienda". El incremento de la edad a la hora se casarse se refleja también en el aumento del peso del grupo de edades de 35 a 39 años, que en su conjunto suman 6.571 personas y superan, por primera vez, a las 6.722 personas del grupo de 20 a 24 años. De todas formas, el grupo de edad de entre 25 y 29 años sigue siendo mayoritario entre las personas que contrajeron matrimonio el año pasado, aunque este colectivo va perdiendo peso desde hace algunos años

Por comarcas, las zonas de Cataluña en la que se registran más matrimonios anuales son la Anoia (seis por cada 1.000), el Tarragonès (5,9) y el Garraf (5,7). Las tasas más bajas, en cambio, se dan en la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà, el Pallars Jussà y el Ripollès.

Por épocas del año, los meses de verano son los que concentran la gran mayoría de las celebraciones matrimoniales. Así, en julio se registraron el 14,6% de las bodas, porcentaje similar al de septiembre, con el 14%. En junio la cifra fue algo inferior: 12,7%. "Esta distribución es prácticamente constante en los últimos años", según el Instituto de Estadística de Cataluña.

La tasa bruta de la nupcialidad registrada en Cataluña el año pasado (4,8 por 1.000 habitantes) es idéntica a la media de la Unión Europea y ligeramente inferior a la de España (cinco por 1.000 habitantes). En cuanto a la proporción entre matrimonios civiles y católicos, Cataluña ya se ha distanciado claramente de la media española.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al año 2002, los últimos de los que se dispone, en España los matrimonios civiles representan tan sólo el 30% del total, frente a un amplio 70% de las celebraciones nupciales por la Iglesia.

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