Protesta en Castelldefels por el ruido de los aviones

Unas 4.000 personas se concentraron ayer en la plaza de la Església de Castelldefels para pedir a AENA que cese el ruido de los aviones que sobrevuelan la ciudad. El gestor aeroportuario modificó el pasado 27 de octubre la configuración de las rutas aéreas para aumentar el número de operaciones de aterrizaje y despegue. Desde entonces, en el 90% de los casos los aviones se elevan por la pista principal y pasan por encima de Castelldefels.

Según el sonómetro instalado en el Ayuntamiento, más de 250 aeronaves provocan al día un ruido que sobrepasa los 65 decibelios, límite a partir del cual el impacto acústico puede tener repercusiones para la salud. Antes del cambio de configuración lo hacían unas 30. "Los vuelos que sobrepasan el límite se han multiplicado por nueve", lamentó el alcalde, Antonio Padilla, que convocó la concentración junto con La Federación de Asociaciones de Vecinos, la Federación de Comercio y el Gremio de Hostelería.

El cambio de configuración se decidió en el seno de la Comisión de Seguimiento Ambiental de las obras de ampliación del aeropuerto, integrada por AENA, la Generalitat y los ayuntamientos ubicados en el radio de influencia del aeropuerto. Castelldefels se quedó solo en su voto en contra de la decisión. "Es increíble que se decidiera unilateralmente perjudicar a una población de 47.000 habitantes", se quejó uno de los manifestantes, Albert Sogres. "Queremos dormir. Los aviones pasan cada minuto y medio, desde las siete de la mañana hasta las once de la noche", explicaron Pilar Palacios y Yolanda Capel, cuyo bebé "se despierta continuamente por el ruido".

Los vecinos han convocado una nueva manifestación el domingo 27. Según los planes de AENA, la actual configuración se mantendría durante un año, tiempo en el que se realizarán unas obras que permitirán que los aviones accedan a la tercera pista para despegar por ella sin entorpecer el resto de operaciones.