Seat patina con Volkswagen
Sus ventas caen un 25% en menos de cinco años y su matriz Volkswagen, que propició su entrada en la gama alta y en deportivos, propone ahora retornar a los utilitarios y suprimir 1.400 empleos
¿Un bache o algo más en el accidentado camino de Seat? El pinchazo en las ventas del fabricante español de automóviles, que han caído un 25% en menos de cinco años, replantea su posición dentro del consorcio Volkswagen y sume en la incertidumbre el futuro de la marca y el de 1.400 de sus trabajadores que la matriz considera que le sobran para que puedan seguir siendo viables sus plantas catalanas. Unas plantas que están fabricando 126.000 unidades menos que hace cinco años.
Una crisis compleja en sus causas y en sus posibles soluciones. El presidente de Anfac, la patronal española de fabricantes de automóviles, Juan Antonio Fernández de Sevilla, aterrizó esta semana en Barcelona con un par de mensajes provocadores: la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) no es la solución para las plantas españolas, que deben especializarse, además, en coches de gama media y baja. Exactamente lo contrario que lleva haciendo Seat desde 2003 y que ahora reconoce que no le funciona porque no vende lo que esperaba.
La nueva orientación que Volkswagen prepara para Seat no ha sido hecha pública, pero algunos medios apuntan algo que está en consonancia con las opiniones de Fernández de Sevilla: renuncia a la fabricación de coches deportivos y dedicación total a los más modestos modelos utilitarios.
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