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Reportaje:

Envueltos en plástico

Ervisa prevé invertir 42 millones de euros en su planta de Asturias

Hace dos años Ervisa, fabricante de film de plástico, decidió invertir 18 millones de pesetas en Asturias en una nueva planta con una tecnología desarrollada en su central de Zaragoza. A día de hoy tiene decidido invertir en su centro asturiano otros 42 milllones de euros para multiplicar por tres su capacidad de producción antes de 2008.

Ervisa eligió Asturias por la posibilidad de acogerse al programa europeo Miner de desarrollo de zonas mineras
"El desafío es realizar algo en lo que seamos capaces de aportar valor añadido. En las 'commodities' hay que estar", dice Martín

El gerente de Ervisa, Bernabé Martín, asegura que además de fabricar el producto estandar, cuentan con un polietileno (un tipo de plástico) con el que las empresas rivales no pueden competir. Martín, fundador de Ervisa, asegura que tradicionalmente el film de plástico se realizaba en instalaciones de tubo y su apuesta ha sido empezar a producirlo en plano.

Esta tecnología les permite mayor superficie del plástico y una mejor aplicación de tratamientos electrónicos para mejorar sus propiedades. Ervisa eligió Asturias por las facilidadas que les ha dado esta comunidad y por la posibilidad de acogerse al programa europeo Miner de desarrollo de zonas mineras. La inversión global autorizada en el Parque Tecnológico Principe de Asturias es de hasta 60 millones.

Ervisa se fundó en Zaragoza en 1979 por Martín y sus socios desde entonces, los antiguos dueños de La Bella Easo, la familia zaragozana Rodrigo. En el capital participa la empresa vasca de capital riesgo Talde con un 12%. Las dos plantas que tiene actualmente operativas, con 130 trabajadores, le permiten fabricar cerca de 25.000 toneladas de film de plástico y alcanzar una facturación de 19 millones de euros.

Valor añadido

Ervisa trabaja con dos tipos de plásticos, los polipropilenos y el polietileno. Los primeros se encuadran dentro de los que Martín llama comodities que van destinados a las artes gráficas y al envoltorio de alimentos, por ejemplo las bolsas de patatas o de magdalenas. Los segundos son donde aseguran que su producto va a la vanguardia en el plástico retractil que envuelve alimentos como las bandejas de fruta en las grandes superficies, los botes de comida...

"Fabricamos un producto más resistente. El desafío es realizar algo en lo que seamos capaces de aportar valor añadido. En los comodities hay que estar pero son productos en los que puede competir cualquiera. Los buenos resultados de nuestros material nos han llevado, por vez primera, a ir a China y vender allí", asegura Martín.

La tecnología tracional de la fabricación de plástico en tubo la han dejado en Zaragoza. "La ventaja es que ponerse a trabajar el plástico en plano supone una mayor inversión y una decisión que lleva tiempo, cerca de tres años. Mientras que el coste de una instalación de tubo es de cerca de 1,2 millones de euros, la de una línea de plano supera los 18", indica Bernabé Martín.

Las propiedades del plástico con una u otra tecnología se logran al tratarlo con un "haz de electrones" que cambia su estructura para mejorar sus "propiedades mecánicas y la resistencia a la tracción". Martín asegura que el tratamiento en plano es mucho más sencillo y permite lograr mayores funciones para el plástico.

Bernabé Martín, fundador y gerente de Ervisa.
Bernabé Martín, fundador y gerente de Ervisa.

En busca del biodegradable

Ervisa exporta cerca del 30% de su producción, un porcentaje que aspira ampliar con su nueva inversión. Los principales mercados están en Portugal, Francia, Grecia, Italia, Marruecos, Rusia y Reino Unido. La idea para abastecer el mercado europeo es salir desde Zaragoza, pero para trabajar el mercado americano piensan fletar barcos y utilizar el puerto de Gijón para distribuir el producto. Sus clientes van desde el Banco de España a la alimentación o fabricantes de tazas de baño, que envuelven en plástico retractil sus productos.

El desafío para Martín es el medio ambiente. Si bien asegura que el 100% de sus plásticos son reciclables, el desafío es que sean biodegradables. Así, trabajan para realizar plásticos con derivados vegetales y que no están vinculados al petróleo. Otro nicho de negocio que trabajan es el plástico para caramelos. Asegura que se hacen actualmente o bien con celofán o bien con derivados del PVC, que el mercado los rechaza. Indica que en breve podrán sacar un nuevo producto que les va a permitir entrar en un nuevo nicho, donde los fabricantes con los que han contactado ya, tienen mucho interés.

El sector del plástico en España está formado por 4.000 empresas, ocupa a 95.000 trabajadores y su facturación es de 13.000 millones de euros, el equivalente al 2,1% del PIB.

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