El estilo sueco de Castilleja de la Cuesta

Castilleja de la Cuesta, en el Aljarafe sevillano, está acotada en 2,2 kilómetros cuadrados de término municipal. En esas poco más de dos hectáreas, reúne una superficie comercial que es prácticamente la mitad de la que tiene la capita sevillana, distante a escasos kilómetros. De hecho, el nombre del pueblo se subraya en los mapas gracias a los dos grandes complejos comerciales que están allí asentados: un centro de la cadena sueca de fabricación y venta de muebles y decoración Ikea y el centro comercial Airesur, que abrieron sus puertas en enero de 2004.

La decisión de estas dos firmas de asentarse en el pueblo tuvo importantes repercusiones. "Se ha notado sobre todo a nivel del empleo. Las afiliaciones a la Seguridad Social han crecido un 35% desde entonces. El desempleo del municipio bajó tres puntos, situándose actualmente en el 7%", afirma la alcaldesa del pueblo, Carmen Tovar Rodríguez, del PSOE. El último censo de 2004 cifraba en 16.791 los vecinos empadronados.

La principal actividad económica de los habitantes de Castilleja, a diferencia de muchos pueblos del Aljarafe ha estado desligada de las explotaciones agrícolas y ganaderas. "Aquí existía una gran tradición en la industria pastelera y de los dulces. Pero ya casi ha desaparecido. Hoy, la mayoría de los vecinos se dedicada a trabajar en el sector servicios", señala Tovar. En total, la regidora recuerda que desde la implantación de AireSur e Ikea se han creado 850 puestos de trabajo. Cifra que piensa ampliar con mil puestos más, "cuando se termine la construcción del nuevo hospital que está construyendo una firma privada". Carmen Tovar recuerda que el hospital tendrá 328 habitaciones y 21 quirófanos y que estará concertado con todas las compañías aseguradoras que funcionan en el país y "probablemente también con el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

La construcción de Ikea y de AireSur trajo consigo un mayor flujo de tráfico rodado en los accesos a ambos centros. Y los atascos no tardaron en producirse. "Para solucionarlo vamos a construir dos paso subterráneos y evitar así la masificación, al menos en los accesos. Uno estará en la rotonda de Tomares y el otro accederá directamente al complejo", señala la alcaldesa de Castilleja.

Hay pueblos con espíritu de ciudad. Castilleja de la Cuesta, en el Aljarafe de Sevilla, es un ejemplo. Su alcaldesa lo explica: "Lo que diferencia a la Castilleja de hace veinte años de la actual es que ya hemos dejado de ser un proyecto de pueblo para ser un proyecto de ciudad, dentro de un complejo mucho más amplio, que es el del Aljarafe", dice.

Un proyecto en el que el crecimiento urbanístico está muy limitado. "Dos kilómetros cuadrados no dan para mucho más. En este espacio, hay que abandonar el concepto de vivienda pareada y adosada. El crecimiento tiene que ser con viviendas en altura", reconoce Carmen Tovar. Castilleja de la Cuesta, cuenta con 6.000 viviendas.

Para el próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), "que se encuentra en una fase muy preliminar", se prevé la construcción de unas 500 viviendas más. "Los Planes Generales tratamos de ajustarlos lo más posible a las necesidades de la población. En el nuevo PGOU vamos a tratar de seguir creciendo en función del crecimiento de otros servicios, como el transporte", apunta la regidora. "En este nuevo Plan General que aprobaremos se pretende, entre otras cosas, reordenar el tráfico interior", finaliza Tovar.