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Bush apoya el plan ruso para poner fin a la crisis nuclear con Irán

El presidente estadounidense, George W. Bush, dio ayer un espaldarazo al plan del líder ruso, Vladímir Putin, para poner fin a la crisis nuclear iraní. La iniciativa, que tiene el apoyo de Reino Unido, Francia y Alemania -que lideran las negociaciones con Teherán-, permitiría a Irán continuar la producción de combustible atómico a cambio de aceptar que la parte más sensible del proceso, el enriquecimiento de uranio, sea realizada en territorio ruso. Irán ha rechazado hasta ahora esta posibilidad.

Bush, que ayer se reunió en Busan (Corea del Sur) con Putin en el marco del foro de Cooperación Económica para Asia-Pacífico (APEC), considera la propuesta "una buena idea y una salida potencial" a la crisis, según dijo el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley. Éste argumentó que el plan permitiría a Irán "sentir que tiene asegurado el suministro de combustible para su programa nuclear de uso civil, porque participaría en la gestión, la financiación y la empresa mixta [que realizaría el trabajo]", informa la agencia Reuters. "Es un tema en el que tenemos que mantener más conversaciones. Esperamos que con el tiempo Irán vea las ventajas de esta propuesta", dijo.

Consejo de Seguridad

Pero si Bush abrazó la iniciativa rusa, no hubo, sin embargo, indicios de que Putin se haya alejado de su posición contraria a llevar la crisis al Consejo de Seguridad de la ONU para imponer sanciones en caso de que falle la vía de la negociación, como pretende EE UU. Los países occidentales sospechan que Teherán busca desarrollar armas atómicas bajo la apariencia de un programa civil. Irán niega esta acusación y replica que sólo pretende generar electricidad. El enriquecimiento de uranio puede ser utilizado para fabricar armas nucleares.

Los dos líderes abordaron también la crisis norcoreana e instaron a Pyongyang a que abandone su programa atómico. Además, urgieron a Siria a que colabore en la investigación para encontrar a los asesinos del anterior primer ministro libanés, Rafik Al-Hariri.

Entre tanto, Ali Larijani, el máximo negociador en el tema nuclear de Irán, aseguró ayer que han reiniciado el procesamiento de uranio en la planta de Ispahán. Larijani dijo, sin precisar cuándo, que han comenzado a convertir mineral de uranio en el gas precursor del uranio enriquecido. Éste puede ser utilizado tanto como combustible para reactores nucleares civiles como de base para fabricar bombas atómicas. El paso, aunque no es ilegal, es un desafío con vistas a la reunión que el jueves de la semana que viene mantendrá en Viena el consejo del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Francia criticó la decisión iraní, de la que dijo que "no contribuye a crear un clima de confianza entre Irán y la comunidad internacional". La OIEA informó de que Irán sigue sin permitir el acceso de los inspectores nucleares de la ONU a algunos lugares militares clave.

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