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Sharon pacta con el laborista Peretz el adelanto de las elecciones en Israel

El primer ministro convocará los comicios para finales de febrero o comienzos de marzo

No era su deseo, pero constatada la imposibilidad de agotar la legislatura, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, accedió ayer a la exigencia del nuevo líder del Partido Laborista, Amir Peretz, y anunció la convocatoria anticipada de las elecciones generales, que se celebrarán a finales de febrero o en marzo, ocho meses antes de la fecha prevista. Ambos dirigentes se reunieron brevemente en Tel Aviv para decidir el adelanto electoral, un acontecimiento político muy frecuente en la historia de Israel. El lunes, el Parlamento decidirá la fecha de los comicios.

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"No creía que las elecciones debieran anticiparse, pero una vez que me ha quedado claro que la estructura política vigente se estaba quebrando, he llegado a la conclusión de que lo mejor para el país es que la campaña electoral comience lo antes posible", declaró Sharon en una entrevista publicada en el diario Maariv.

El jefe del Gobierno ha cubierto con creces la demanda de Peretz. Si éste exigía ir a las urnas en marzo, el primer ministro ha ido más allá, y no descartó que la convocatoria se fije para el 28 de febrero. "Sharon fue al grano. Estoy de acuerdo con cualquier fecha que elija entre el fin de febrero y finales de marzo", aseguró Peretz tras la cita, de sólo 20 minutos.

"Debemos asegurarnos de que 2006 no será un año perdido por lo que se refiere al logro de un acuerdo con los palestinos", comentó Sharon al citado periódico. Un propósito que los dirigentes palestinos también persiguen, pero que no conciben mientras el mandatario conservador continúe con su política de expansión de las colonias en el territorio ocupado de Cisjordania; con la construcción del muro de hormigón y las vallas metálicas ilegales que dividen a poblaciones palestinas y las separan de Israel, y con los asesinatos de militantes. Ayer murieron a tiros en Yenín dos activistas de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado del partido del presidente Mahmud Abbas.

Inestabilidad financiera

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No es este conflicto el único factor que ha influido en la premura que ahora muestra Sharon. La inestabilidad política se deja notar estos días en los mercados financieros y en la cotización del shekel respecto al dólar. Los votantes decidirán también entre las políticas económicas liberales aplicadas por el actual Gobierno o un giro radical a la izquierda, como ha prometido el sindicalista Peretz.

El lunes se conocerá la fecha exacta, después de que Sharon consulte con los portavoces de todos los grupos de la Cámara, que cuenta con 120 escaños y 15 grupos parlamentarios, aunque a los comicios de enero de 2003 concurrieron 27 partidos, algunos tan peculiares como el denominado Los Derechos de los Hombres en la Familia.

La fragmentación de la Kneset -que concluye su 16ª legislatura desde la fundación del Estado de Israel, en mayo de 1948- es un fenómeno imparable. Puede que alguno más se sume a las próximas legislativas.

El arranque de 2006 promete ser emocionante. El Partido Laborista, que cuenta en el presente Parlamento con 21 diputados, pretende sacudir el panorama político y acercarse a los 40 escaños propiedad del Likud. Las trifulcas internas en este partido nacionalista y conservador parecen estar pasando factura, a tenor de una reciente encuesta que le otorgaba 33 escaños. Por el contrario, el mismo sondeo elevaba hasta 27 los escaños con que se harían los laboristas con su nuevo líder.

No significan demasiado estas cifras. Casi cualquier componenda es posible en el panorama político del Estado judío. Además de los dos principales partidos, los liberales laicos del Shinui, con 14 diputados hoy día, y los ultraortodoxos del Shas, con 11, disponen de poder para forzar alianzas de signo muy variopinto. A la batalla electoral en Israel se antepondrán los comicios palestinos, el 25 de enero. En este campo, el ambiente también está al rojo vivo. Aunque el Gobierno israelí anuncia casi a diario que no facilitará la participación de Hamás, la presión ejercida por Washington ha matizado la posición inicial del Ejecutivo de Sharon, proclive a prohibir que el movimiento integrista concurriera a la contienda electoral.

Lo ideal, a juicio de numerosos observadores, es que los islamistas radicales compitan, pero que no consigan buenos resultados. Difícil lo fían, porque el poderío de Hamás en las urnas se ha demostrado fehacientemente en las elecciones municipales del año en curso. Los pronósticos auguran que superará con creces el 30% de los sufragios para elegir a los 128 diputados del Consejo Legislativo Palestino. Un porcentaje que será aún mayor en la franja de Gaza.

El nuevo presidente del Partido Laborista de Israel, Amir Peretz, abraza a un alcalde ayer en Tel Aviv.
El nuevo presidente del Partido Laborista de Israel, Amir Peretz, abraza a un alcalde ayer en Tel Aviv.EFE

La evacuación de Gaza siembra odio

La evacuación de Gaza, ejecutada por Sharon con la firme oposición de los demás partidos de la derecha, sigue en el candelero. Dos partidos de derechas -la Unión Nacional (UN) y el Partido Nacional Religioso (PNR)- estudian la propuesta del Consejo Yesha, que agrupa a los colonos, y de un centenar de rabinos para que pacten una lista conjunta ante los inminentes comicios. Un objetivo une a estos grupos: su visceral oposición a que se lleven a cabo nuevos desmantelamientos de colonias en el territorio ocupado de Cisjordania. Su programa se limitaría a una exigencia: ninguna retirada más sin que medie un referéndum.

Varias encuestas estiman que la UN y el PNR podrían hacerse con un elevado número de escaños: entre 17 y 24. Y constituirse así en un grupo de enorme influencia, dado que el acuerdo entre los laboristas encabezados por Peretz y un Gobierno dirigido por Sharon se antoja muy complicado. La evacuación civil y militar de la franja mediterránea suscita una agresividad sin límites. Ayer trascendió que en uno de los lavabos de la Kneset aparecieron pintadas en las que se leía: "Rabin está esperando a Arik. Liquidamos a Rabin y liquidaremos a Sharon". Las autoras de la amenaza son dos niñas de 12 y 14 años que la semana pasada visitaron la Cámara. Habían sido detenidas tras la evacuación de los asentamientos en agosto pasado.

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