Un enfermo mata a un matrimonio en un geriátrico de Manresa
Un hombre de 69 años internado en una residencia de psicogeriatría de Manresa (Barcelona) fue detenido ayer por los Mossos d'Esquadra como supuesto autor de la muerte de dos personas, marido y mujer, de 79 y 81 años, que también estaban internados en el mismo centro afectados por la enfermedad de Alzheimer.
Los cadáveres de las dos víctimas fueron encontrados por una enfermera poco antes de las seis de la mañana de ayer. Ambos presentaban signos de haber muerto de forma violenta. Supuestamente la causa del fallecimiento fue la asfixia y el instrumento, la almohada de su propia cama.
El detenido como presunto autor del doble homicidio tiene 69 años y hacía dos meses que estaba ingresado en la unidad de psicogeriatría del hospital de Sant Andreu de Manresa, que gestiona la Fundación Sociosanitaria de Manresa (Fusam). El matrimonio llevaba ingresado en el centro algún tiempo. El agresor había sido trasladado a Manresa desde un centro sanitario situado en la zona de Puigcerdà, donde estaba ingresado por trastornos mentales.
En la noche del lunes hubo una discusión entre los tres ancianos y las primeras pesquisas policiales señalan que de aquí se podría derivar el origen del ataque. La pareja asesinada era de Écija (Sevilla), aunque residente en Manresa. El hombre, Miguel G. S., tenía 79 años, y la mujer, Carmen S. G., 81, mientras que el detenido había nacido en Yeste (Albacete).
Después de conocerse el suceso, el centro puso los hechos en conocimiento de la policía autonómica, que tras interrogar al personal del centro y a algunos residentes detuvo al inculpado. Es la primera vez que en el hospital de Sant Andreu se produce un suceso de esta magnitud, que ha ocasionado una gran conmoción entre el personal asistencial del centro.
Conductas agresivas
En la unidad de psicogeriatría de este centro, situada en la segunda planta del hospital, hay ingresadas entre 27 y 28 personas de modo habitual, la mayor parte afectadas por la enfermedad de Alzheimer y algunas de ellas presentan conductas agresivas.
Manel Valls, gerente de Fusam, afirmó tras el suceso que el centro estaba muy alterado. "No puede haber normalidad entre los trabajadores porque lo sucedido no es normal", aseguró Valls. El gerente insistió en la excepcionalidad del caso, porque nunca se había producido nada parecido en el centro.
En el momento de los hechos, en la segunda planta del hospital se encontraban dos enfermeras efectuando la vigilancia nocturna, que no se percataron de nada hasta que se consumó el crimen.
El centro Fusam está en funcionamiento desde hace más de una década, pero la unidad de psicogeriatría está abierta sólo desde finales del año pasado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.