Una nueva línea del tren de alta velocidad une Madrid y Toledo en sólo 35 minutos
Los 20 trenes del AVE que unirán las dos ciudades comienzan a circular hoy
Los trenes convencionales que hasta ayer unían Toledo y Madrid dieron el relevo a las nuevas máquinas de alta velocidad que circulan a partir de hoy por las vías, y que conectan las dos ciudades en 35 minutos. Hasta ahora, el trayecto se hacía en 80 minutos. Al viaje inaugural asistió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que aprovechó para referirse al debate territorial. "La cohesión avanza con planes específicos destinados a remediar el retraso acumulado. Avanza cohesionando a todos los territorios, mucho más que con proclamas ideológicas o reclamos esencialistas", manifestó.
Eran las 9.40 cuando se inauguraba la tercera línea de alta velocidad en España; tras la que une Madrid y Lleida, que arrancó en 2003, y la que conecta Madrid y Sevilla, que se puso en funcionamiento en 1992. Hoy comenzarán a circular entre Madrid y Toledo 20 trenes (10 en cada sentido) con una capacidad de 237 plazas cada uno. La capital de España y la capital castellano-manchega se encuentran separadas por 75 kilómetros, pero a partir de ahora eso sólo supondrá 35 minutos de trayecto en tren. Según Fomento, los trenes alcanzarán una velocidad máxima de 270 kilómetros por hora, con una velocidad media de unos 140 kilómetros por hora.
El precio del trayecto es de 8 euros, y 12,8 euros si se compra un billete de ida y vuelta para el mismo día. El abono de 10 viajes cuesta 68,1 euros, y las tarjetas con opciones de 20, 30, 40 y 50 viajes a realizar en el mismo mes tienen un precio de 114, 136, 158 y 180 euros, respectivamente.
En total, el Gobierno ha destinado al proyecto 215 millones de euros, de los que el 30,65% (65,9 millones) serán financiados con fondos Feder europeos. Según los datos del Ministerio de Fomento, la inversión desarrollada por el actual Gobierno en 19 meses ha sido de 127 millones de euros, mientras que en los 32 meses anteriores se invirtieron 88 millones.
Rodríguez Zapatero quiso ayer unir la inauguración de la línea de AVE Madrid-Toledo con el debate territorial. "La cohesión avanza sobre todo con planes específicos destinados a remediar el retraso acumulado. Avanza cohesionando a todos los territorios, mucho más que con proclamas ideológicas o reclamos esencialistas", subrayó.
El presidente estas declaraciones en la estación de Toledo, a la que a las 10.10 había llegado el primer AVE, que partió a las 9.40 de la estación Puerta de Atocha de Madrid. Compartió viaje con los presidentes de la comunidad de Castilla-La Mancha y Madrid, José María Barreda y Esperanza Aguirre, y el alcalde de Toledo, José Manuel Molina. Los ministros de Defensa y de Fomento, José Bono y Magdalena Álvarez también formaron parte de la expedición.
La presidenta de la Comunidad de Madrid no se sintió muy cómoda durante el viaje, y acabó por no disimular el malestar a su llegada a Toledo, después de que no le dieran la palabra en el acto inaugural en el que sí intervinieron Rodríguez Zapatero y el presidente de Castilla-La Mancha. Esperanza Aguirre pedía explicaciones a Zapatero y a la ministra de Fomento. "Parece que al presidente del Gobierno no le gusta escucharme", dijo. Y a continuación añadió que "prácticamente todas las obras presupuestadas" que unen la capital con las provincias españolas "son obras del anterior Ministro de Fomento, Álvarez Cascos, y de todo el anterior Gobierno del PP". Barreda, en la misma línea del presidente Zapatero, dijo: "En Castilla-La Mancha tenemos clara conciencia de ser una parte importante de un todo que es más importante todavía". Y que agradeció el impulso que el Gobierno está dando a las comunicaciones en esa región.
Aprovechando la atención de los medios de comunicación, se concentraron varias protestas, con pancarta incluida, a la entrada de la estación de Toledo. La eliminación de la figura de los supervisores en la línea, la autopista de peaje Madrid-Toledo, o la Ley de Educación. Esta última la pudo ver el arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, que estuvo entre los invitados.
Protestas de CiU
Ayer, varios partidos mostraron su indignación, pero por distintos motivos. El presidente de CiU, Artur Mas, aseguró que con el anuncio del AVE a Toledo "muchos ciudadanos de Cataluña se sienten insultados", porque ésta "fue pionera en la reclamación de un AVE" que la conectase con la capital, y "se está quedando a la cola" en las previsiones del Gobierno. Por su parte, la Chunta Aragonesista, el Par y el PP de Aragón denunciaron por "injusta" con los aragoneses, la política de precios de Renfe ante los abonos que ha habilitado para el trayecto a Toledo, de los que no dispone la línea Madrid-Zaragoza-Lleida.
El más barato de todos los trayectos
El viaje en la nueva línea que discurre entre Madrid y Toledo es el más barato de todos los trayectos en AVE existentes actualmente si se tiene en cuenta el coste para el cliente por kilómetro (0,10 céntimos). El servicio más caro sería el que conecta Madrid con Guadalajara (0,25 céntimos).
El resto de las líneas se mueven entre los 0,12 (Madrid-Sevilla, por ejemplo) y los 0,14 céntimos (en el caso, entre otros, de Madrid-Lleida). Renfe distingue entre trenes de larga distancia, como el que va a Sevilla o a Lleida, y los de media distancia, como es el caso del que circula desde hoy a Toledo o el que une las ciudades de Sevilla y Córdoba.
Los segundos, según fuentes de la compañía, tienen el mismo tratamiento financiero que un servicio de cercanías o un tren regional (las pérdidas son sufragadas por el Estado), "está configurado como un servicio público". Su precio siempre está más ajustado y se establecen una serie de abonos de viaje.
También se utilizan trenes con un menor coste y tienen menos servicios a bordo que un trayecto de larga distancia, que "debe ser competitivo con respecto a otro tipo de transporte".
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