El ex alcalde de Castellón se asoció con dos constructores cuatro meses después de dimitir

El ex alcalde de Castellón, José Luis Gimeno, del PP, ha formado una empresa con Francisco Javier Gimeno, miembro de las empresas matrices del Grupo Gimeno que es concesionario de varios servicios municipales. La creación de la mercantil se produjo cuatro meses después de que José Luis Gimeno abandonara la alcaldía y cuando ya formaba parte del organigrama de la empresa pública Castelló Cultural, de la que es consejero. Tras la firma de la nueva sociedad, el Ayuntamiento de Castellón ha adjudicado un aparcamiento al grupo del que forma parte el socio de Gimeno.

La sociedad de la que forma parte tiene el mismo domicilio que otra del grupo Gimeno

En 2002, cuando era alcalde, adjudicó el cementerio a una UTE liderada por Gimeno

José Luis Gimeno dejó la alcaldía de Castellón en enero y cuatro meses después se hizo socio de dos empresarios destacados por su actividad tanto en la capital de La Plana como en el resto de la provincia, sobre todo en el sector de la construcción. Así, el ex alcalde de Castellón pasó a formar parte de la mercantil Playa Farnals Residencial SA, junto a Francisco Javier Gimeno, del grupo Gimeno, y a Eustaquio Alemany. El objeto social de la empresa es el desarrollo, gestión, transformación de suelo, contratación y ejecución de obras y construcción de bienes inmuebles, entre otras cosas. Es decir, trabajos todos relacionados con la construcción y la promoción pero no sólo privada, tal como indica el propio objeto social, sino también pública. Incluso prevé la obtención de la titularidad de concesiones, subconcesiones y autorizaciones de obra, tal como señala el mismo objeto social.

Para la creación de Playa Farnals Residencial, los socios aportaron un capital de 240.000 euros, según figura en el registro mercantil y, al parecer, su primera intención es construir y promocionar unas viviendas unifamiliares en La Pobla de Farnals (Valencia). La sociedad de la que forma parte el ex alcalde de Castellón está domiciliada, además, en la misma dirección que Foconsa, una de las empresas matrices del grupo Gimeno que, por otra parte, es uno de los más destacados constructores de la ciudad y el adjudicatario de varias concesiones de servicios municipales.

José Luis Gimeno decidió presentar la dimisión no sin antes asegurarse otro cargo público. Así, él mismo anunció su decisión de abandonar la alcaldía, después de trece meses, y su marcha a la sociedad pública Castelló Cultural, dependiente de la Generalitat, de la que es consejero. Mientras, en la mercantil que comparte con los constructores ocupa el cargo de vicepresidente y consejero. La ley de incompatibilidades no prohíbe expresamente la coincidencia de los dos cargos en una misma persona aunque el ex alcalde esté cobrando un sueldo de las arcas públicas.

El Grupo Gimeno está ligado al Ayuntamiento de Castellón por varias concesiones de servicios municipales. Una de las principales es la del suministro de agua y tratamiento y depuración de aguas. Entre las concesiones destaca también la de limpieza viaria y la del servicio de recogida de residuos sólidos que, desde 2002, comparte con Lubasa.

Sin embargo, una de las adjudicaciones más destacadas fue la decidida en favor de una de las empresas del grupo tras la marcha del ex alcalde del Ayuntamiento de Castellón. En julio de 2005, el equipo de gobierno que él mismo dejó y que ahora preside Alberto Fabra designó a otra de las empresas del grupo, Renos, como adjudicataria de la construcción de un aparcamiento subterráneo por el que pugnaba junto a Lubasa, máxima concesionaria de los servicios de aparcamiento de la capital de La Plana. La adjudicación se realizó con un presupuesto de 2.888.422,27 euros y tuvo lugar en julio de 2005, cuando el ex alcalde ya formaba parte de su nueva empresa junto a Francisco Javier Gimeno.

El gobierno de José Luis Gimeno también adoptó una decisión polémica en la que ahora sus socios resultaron adjudicatarios En 2002, después de declarar desierto el concurso público de la concesión para la privatización del cementerio municipal, el equipo que lideraba José Luis Gimeno decidió adjudicar el servicio, por cincuenta años, a una unión temporal de empresas en la que las sociedades del grupo Gimeno poseen un 60%.