ITALIA: 800 millones al año

Italia se formó contra la Iglesia. Sólo se unificó tras conquistar los Estados Pontificios, y el papa de la época, Pío IX, respondió con la excomunión a todos los creyentes que votasen. Pero el Reino y luego la República fueron generosos: hasta los Pactos del Laterano, negociados por Mussolini, Interior pagó a los sacerdotes. Con el primer Concordato, el Estado empezó a dar el congruo, para mantenerles. En 1984 el socialista Bettino Craxi lo mejoró: ocho de cada mil euros de la recaudación fiscal fue a religiones y obras humanitarias. Se debe marcar una casilla. Pero la mayoría quedan vacías, porque los fondos humanitarios se usan a veces de forma discutible (pagaron parte de la intervención bélica en Yugoslavia) y porque bastante gente no se vincula a la religión. Para financiar al catolicismo, sólo cuentan las casillas rellenadas.

Más de 800 millones al año de financiación: unos 20.000 euros por cada uno de los 40.000 sacerdotes. Y además exención del IVA, sueldos de Educación a los casi 20.000 sacerdotes y monjas de la enseñanza y subvenciones a la escuela católica concertada.