Despliegue energético

Europa se ha convertido, tras los descalabros sufridos en América Latina en años pasados, en objetivo prioritario en las políticas de expansión de eléctricas y gasistas. La parte del león de esta expansión la han protagonizado Endesa y Gas Natural, las dos compañías hoy enfrentadas por la OPA hostil de la segunda sobre la primera. Un enfrentamiento en el que juega, entre otros argumentos, el peso de los distintos mercados europeos en sus cifras globales de negocio.

En el primer semestre, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, firmó la incorporación de su grupo a la construcción de una terminal flotante de regasificación en Livorno. Es la primera regasificadora privada de Italia, con una capacidad de producción de 4.000 millones de metros cúbicos, que requiere una inversión de 400 millones de euros.

La tercera en Italia

Es la última operación de Endesa en Italia, tras su frustrada oferta de compra a EDF por su paquete accionarial en Edison. El grupo español, que es ya la tercera eléctrica italiana a través de Endesa Italia (5,9 gigavatios), iba casi a triplicar con esta adquisición su capacidad de generación en este mercado.

Endesa, cuyo plan estratégico prevé invertir más de 1.500 millones en Italia hasta 2009, ha adquirido parques eólicos a Gamesa en este país y se ha adjudicado 122 megavatios (MW) de la capacidad de interconexión entre Francia e Italia.

En Europa, Endesa registró un importante impulso de la producción, al que ha contribuido la consolidación de los datos de la generadora francesa Snet, de la que tomó el control en septiembre de 2004.

Gas Natural (GN), por su parte, está presente en Italia a través de Gas Natural Vendita, que comercializa gas en el mercado liberalizado, y Gas Natural Distribuzione Italia, que gestiona las empresas de distribución en el mercado regulado. Cuenta con unos 300.000 clientes en Italia. Por otra parte, Gas Natural ha solicitado autorización para construir dos plantas de regasificación en Trieste y Taranto.

En Portugal se hallan también Endesa e Iberdrola. La filial portuguesa de esta última se ofreció públicamente a final de septiembre "para ser parte de la solución en la reestructuración del sector energético" aprobada horas antes por el Gobierno. La eléctrica española manifestó que "como hemos afirmado siempre, Iberdrola, a través de sus posiciones accionariales en EDP (Energías de Portugal) y Galp, está disponible para formar parte de la solución en la reestructuración del sector energético portugués".