"Que también se sancione al trabajador"

Pregunta. Los sindicatos repiten una y otra vez que la plantilla de la Inspección de Trabajo no es suficiente. ¿Están las empresas dispuestos a aceptar un control más estricto?

José Manuel Hidalgo. En toda la provincia de Granada sólo hay ocho inspectores de Trabajo, algo que es completamente insuficiente para la magnitud de obra que hay. Lo que los inspectores no pueden hacer es pasarse por las zonas de las ciudades con más construcciones en marcha. Normalmente allí trabajan empresas solventes, grandes y con medidas de seguridad suficientes. Cuando analizamos los doce accidentes mortales que se han producido en Granada en el sector de la construcción vemos que de todos ellos sólo hay dos de este tipo de empresas. El resto son de compañías pequeñas recién creadas y formadas por dos o tres personas en pueblos en los que no se controla la seguridad y con empresarios que tienen a varios trabajadores en situación irregular, etcétera. La inspección debe ir a esos tajos pequeños. El problema es que el inspector cobra en función de las inspecciones. Por eso le interesa a ir a empresas que están localizadas y no a a los 168 pueblos que tiene la provincia de Granada. Eso no le compensa.

Manuel Pastrana. Secretario de UGT:"Han muerto 171 andaluces este año y la sensación que tenemos es de que no pasa nada"

Luis Aribayos Gerente. Fadeco Granada: "La responsabilidad del trabajador acaba en el despido, pero nosotros vamos a juicio penal"

José Manuel Hidalgo. Pte. Fadeco Granada:"Lo que no podemos aguantar es que echen cárcel a empresarios por temas de inspección"

Francisco Carbonero. Secretario de CC OO:"Aparte del Ministerio, sindicatos y patronal debemos decir a los inspectores dónde ir"

Manuel Pastrana. Ocho inspectores en Granada que lo mismo tienen que estar para un roto que para un descosido. Un día en la construcción y otro en cualquier otra rama o sector. No les culpo a ellos sino al sistema en sí. Viene de un pasado en el que prácticamente no había empresas ni actividad. Ahora tenemos miles de compañías que atender, lo que ha convertido la plantilla de inspectores en absolutamente insuficiente. La responsabilidad es del Ministerio de Trabajo. Hacen falta efectivos suficientes y especializados según tipo de actividad. Además tienen que tener un plan de trabajo que no se quede en las cuatro empresas que vemos todos.

Francisco Carbonero. La Inspección es insuficiente. El Ministerio, los sindicatos y los empresarios tampoco hemos planteado un plan sobre las atenciones prioritarias ni hemos evaluado las consecuencias que esto podría tener.

J. M. H. Perdona, empresarios y sindicatos hacemos un seguimiento informativo con nuestros respectivos técnicos.

F. C. Sí, pero no nos sentamos con el Ministerio de Trabajo para decir: 'Vamos a ver, en estos tres meses las acciones de la Inspección van a ir, aparte de donde el ministerio les indique, a esto, esto, esto, esto y esto'. Nosotros no tenemos ninguna potestad sancionadora ni de corrección, sólo informativa. Además es necesario dotar al cuerpo de un número suficiente de inspectores, darles medios para que puedan trabajar y dotarlos de una mayor especialización. En este país, hace unos años se creó la Inspección de Hacienda, ¡y vaya como funciona! ¿Por qué ese mismo sistema no se lleva a la Inspección de Trabajo y se actúa sobre lo que genera el fraude y las malas condiciones de trabajo? Porque después, las sanciones, entre que las recurres y demás sirven para poco. La rentabilidad que se obtiene por tener diez trabajadores sin dar de alta da para pagar 25 multas.

P. ¿Consideran que la Justicia está actuando correctamente cuando se produce un accidente?

J. M. H. La sensación que tenemos los empresarios de Granada es que el tema se está conviertiendo en algo similar a la violencia de género. Se está juzgando mucho a las empresas y ya hay un empresario al que han puesto un año de cárcel por una simple inspección de Trabajo; nada de accidente, nada de muertos. Quizás el fiscal tenga la razón aplicando la Ley, pero lo que no podemos aguantar es que ahora le echen a todos los empresarios cárcel por temas como éste.

F. C. En cualquier aspecto de la vida actúa la Justicia. Aquí cuando uno se mete a empresario, si hay una cuestión en la que se infringe la Ley, los jueces son contundentes. Los empresarios también tienen que cumplir las normas. Si eso significa ir a prisión, pues tienen que ir.

J. M. H. Sí, pero no por una simple inspección.

Luis Aribayos. Se podría llegar a dar el caso de que un operario quite una valla, se quede una parte de la obra descubierta, llegue un inspector que considere que se está poniendo en peligro la vida de los trabajadores y lleve al empresario a un juicio penal porque la Ley lo permite.

F. C. En el tráfico por ejemplo, se está hablando del carné por puntos y todo el mundo lo acepta. La gente sabe que los radares te pillan y te ponen una multa de aquí te quiero ver, porque sabes que te pueden quitar el carné e impedirte conducir... Los mecanismos de la ley empiezan a funcionar ¿no? Pues en el tema del trabajo tiene que ser igual.

L. A. Sí pero en el caso de los accidentes en la obra, la culpabilidad del trabajador sólo se sanciona con el despido. A partir de ese momento el operario carece de responsabilidad.

F. C. ¡Porque quien lleva la organización del trabajo es el empresario!

M. P. En Andalucía tenemos ya 171 muertos, no sólo en el sector de la construcción, en todos los sectores. Todavía no se ha delimitado responsabilidad en ningún caso que yo sepa. Creo que puede que ocurra algún tipo de exceso, pero en la práctica cotidiana hay más bien una cierta sensación de que no pasa nada. No existe realmente una sensación de acoso. Si algo debe surgir de este último accidente de Almuñécar, es que los sindicatos, las instituciones y los empresarios se comprometan a exigir la formación de los implicados en temas de seguridad.

F. C. Pero el sistema lleva, por decirlo burdamente, a que los empresarios se roben los trabajadores los unos a los otros. Esa competencia no se traduce en buscar algún sistema que genere mayor protección.

J. M. H. Es que éste es un tema que se tiene que llevar a las escuelas. Es un tema que tiene que ser de cultura general.

M. P. La formación [en prevención de riesgos laborales] tiene que ser una asignatura obligatoria en los ciclos formativos.

J. M. H. Es curioso que ni siquiera en la carrera de Arquitectura Técnica, la que yo hice y donde se forman los técnicos que están a pie de obra, no haya asignatura de prevención de riesgos laborales. El arquitecto técnico es el máximo responsable de la obra normalmente.

M. P. También son importantes las medidas de ayuda en materia de prevención para las pequeñas empresas que tienen dificultades para esto y para los trabajadores autónomos. A una gran constructora no hace falta enseñárselo. Muchas pequeñas empresas parten de un desconocimiento absoluto en materia de prevención y una situación laboral anómala de su plantilla. Y otro tema importante: los ayuntamientos no deberían dar licencia para construir hasta que no se supervisen las condiciones de seguridad de cada obra.

L. A. Respecto del accidente de Almuñécar, yo creo que no se debe penalizar a una empresa que, hasta el momento, parece que ha cumplido con toda la normativa de seguridad y que tiene una experiencia extraordinaria, entre otras cosas, porque se puede dar el mensaje contrario. Era una obra modélica.

F. C. Yo soy presidente del comité de empresa de Dragados en las obras del AVE y creo que una obra modélica no tiene toda la infraestructura de plantas y demás justo debajo del viaducto. No había una buena organización y se quería ahorrar dinero.

J. M. H. Yo soy partidario de que, de alguna forma, se penalice al trabajador. Aunque sea una multa simbólica de un euro.

M. P. Sí claro, el trabajador que asuma el riesgo y encima la culpa. ¡Y después pagamos también los andamios!

J. M. H. Lo que quiero decir es que hay muchos trabajadores que no cumplen las medidas de prevención y la única herramienta que nos queda es el despido.