La Semana de Terror donostiarra revisará en 2006 la obra cinematográfica de Cronenberg
El festival atrajo en la edición que acaba de clausurar a unos 52.000 espectadores
David Cronenberg (Toronto, Canadá, 1943), director de La mosca o Inseparables, ha dejado patente su fascinación por las mutaciones del cuerpo y el lado oscuro de la mente humana a lo largo de más de tres décadas de trayectoria. Es un cineasta de culto para los aficionados al género fantástico, pero también un nombre clave del cine generalista contemporáneo. La Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, que acaba de clausurar su decimosexta edición con 52.000 espectadores, revisará en 2006 todas sus obras para cine en una retrospectiva.
El festival tiene ya preparada una batería de propuestas para su próxima entrega, que se celebrará entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2006. Como plato fuerte, la organización anuncia un ciclo dedicado a Cronenberg "uno de los ocho o diez directores en activo más importantes", en palabras del director de la Semana, José Luis Rebordinos. El director, hoy presente en la cartelera con Una historia de violencia, ha desarrollado su trayectoria fundamentalmente en los parámetros de lo fantástico, el terror y la ciencia ficción. Primero, de muy joven, con relatos que le publicaban revistas especializadas. Después, una vez licenciado en Lengua y Literatura Inglesa, desde el lenguaje cinematográfico. "Pienso en las películas de horror como películas de confrontación", ha dicho. "Filmes que te hacen enfrentarte a aspectos de tu propia vida que son difíciles de enfrentar. El hecho de que estés haciendo una película de terror no significa que no puedas hacer de ella un producto artístico".
El primer éxito de taquilla le llegó con Rabid (1977), una película de bajo presupuesto que le situó en la primera plana del género. Después llegaron Cromosoma 3, Scanners, Videodrome, obras que le abrieron las puertas para dirigir en Hollywood La zona muerta o La mosca. Cronenberg ha protagonizado una fecunda trayectoria en televisión, pero la Semana donostiarra se limitará a proyectar sus cortos y largometrajes para cine, incluidos algunos que nunca se estrenaron en salas, como Stereo, Crimes of future o Fast Company, por ejemplo.
Será en una edición en la que la Semana dedicará una exposición al cómic vasco en euskera y otra a las maquetas que Jack Mircala realiza en cartulina para después ilustrar cuentos. Así lo anunció ayer el concejal de Cultura, Ramón Etxezarreta, tras realizar el balance de la recién clausurada edición que ha tenido una "importante repercusión internacional". Un total de 52.000 espectadores han seguido su programa multidisciplinar de cine, teatro, música y exposiciones, frente a los 48.661 del año pasado.
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