Casa Asia organiza un diálogo para promover la alianza de civilizaciones

La alianza de civilizaciones entre el mundo occidental y el árabe musulmán propuesta por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, será el eje central de la segunda edición del Diálogo Oriente-Occidente, que organiza la Casa Asia de Barcelona. Al encuentro, que se celebrará el miércoles y el jueves de la próxima semana en Caixafòrum, asistirán ex dirigentes de diversos países asiáticos y expertos en política internacional.

Desde la gripe aviar hasta los disturbios callejeros en Francia, pasando por la amenaza del terrorismo islámico: para superar estos problemas se requieren "soluciones conjuntas" entre el este y el oeste. Al menos así lo cree el director de los diálogos, Rafael Bueno, quien destacó ayer en rueda de prensa que uno de los objetivos del encuentro es que "surjan recomendaciones para los líderes políticos". De tales consejos podrán tomar nota el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, que también asistirán a las jornadas. Los tres forman parte del consejo rector del consorcio Casa Asia.

Entre los ponentes se contarán numerosos líderes políticos de los países asiáticos que, según explicó Bueno, no cobrarán por sus intervenciones. Uno de ellos es el ministro de Asuntos Religiosos turco, Mehmet Aydin. Turquía, a caballo entre Europa y Asia, y con la vista puesta en su acceso a la Unión Europea, es uno de los abanderados de la propuesta de Zapatero sobre una alianza entre civilizaciones. También participará Alí Alatas, ex ministro de Exteriores de Indonesia, el mayor de los países musulmanes, con más de 220 millones de habitantes en 2004. El que fue viceembajador de Irán en la ONU, Bagher Asadi, acudirá al encuentro en un momento en el que la república islámica está en el punto de mira de la política internacional.

Más allá de Oriente Próximo

La directora general de la Fundación Fórum de las Culturas, Mireia Belil, consideró que ni el islam ni Oriente Próximo deben capitalizar los debates. Ésta es una de las "lecciones" que, a su juicio, ha aprendido de la primera edición del Diálogo Oriente-Ocidente, que se celebró el año pasado en el marco del Fórum y congregó a unas 2.000 personas. En referencia al Fórum, Belil explicó entre risas: "No fue tan desastroso como algunos pensaron; hay cosas, como estos diálogos, que han quedado".

Los responsables de Casa Asia presentaron un documento que recoge las 10 conclusiones de aquellos diálogos. Así, los ponentes rechazaron en aquel encuentro los "nacionalismos en bloque" y la tesis del choque de civilizaciones defendida por el politólogo norteamericano Samuel P. Huntington. Además coincidieron en la necesidad de fomentar la tolerancia en medio de la "diversidad cultural" y sostuvieron que islam y democracia son compatibles. De acuerdo con estos postulados, en el auditorio de Caixafòrum se debatirá también la lucha contra el racismo, la xenofobia y la promoción de la democracia.

"La relación con China y la India no puede ser sólo económica", señaló Belil. La directora general insistió en dar una dimensión más profunda a las relaciones de la Unión Europea con estos países. "No podemos dar democracia a cambio de tejanos baratos", sentenció Belil, quien hizo hincapié en que el programa de este año cuenta con personas "de muy alto nivel". Bueno, por su parte, reiteró la voluntad de Casa Asia de hacer de Barcelona la "sede permanente" de estos diálogos.