De la "micofobia" al "micoturismo"

José Guirado, director general de Gestión del Medio Natural de la Junta, dijo ayer que, en Andalucía, se ha pasado de la "micofobia" a la "micofilia" en los últimos años. Ya sea como una actividad de ocio o como una formar de emprender un negocio el mundo de las setas y trufas se está ganando un hueco.

Uno de los nichos que quiere explotar la Junta es el denominado micoturismo, que pretende enriquecer con actividades paralelas la recolección de hongos silvestres.

La Consejería de Medio Ambiente, según anunció ayer su titular, Fuensanta Coves, va a construir en el municipio de Priego de Córdoba un jardín micológico. Dos millones costará este centro y será "el primero de estas características en toda Europa". El parque está dentro del Plan Cussta (Plan de Conservación de Usos Sostenibles de las Setas y Trufas en Andalucía).

En julio, también dentro de las iniciativas de este programa, se presentó un estudio para conocer la toxicología de las principales setas comestibles de Andalucía.

El informe, que fue elaborado en colaboración con la Universidad de Córdoba, incluía algunas recomendaciones para los neófitos:

- No ingerir ninguna variedad desconocida.

- No consumir grandes cantidades de setas, ya que el exceso resulta indigesto.

- Evitar recolectarlas cuando se encuentran próximas a lugares contaminados.

- Cocerlas previamente antes de consumirlas.

- Evitar comerlas cuando las setas estén maduras, pasadas o parasitazas.

El estudio también se refería a las propiedades beneficiosas de las setas y hongos ya que la ingesta diaria incorpora a la dieta algunos elementos inorgánicos como hierro, cobre, cinc y potasio.