Maracaná número 4
Cuatro se apresta a cruzar nuevas fronteras del humor. Juan Carlos Ortega (Channel nº 4) protagonizó ayer, con el supuesto gemelo de Alfredo Urdaci, un gag cuya eficacia parte del hecho de que nunca hubiéramos imaginado a Urdaci (¡ni a su hermano!) vestido con una camiseta de "No a la guerra" y tocado, además, con un pendiente. Habrá otros gemelos. Boris Izaguirre luce en el programa algunas de las prendas que tuvo cuando, a los veinte años, era el más simpático de los que salían por la noche en Madrid. Ayer le dijo a Ana García Siñeriz: "¡No dejes que te avasalle!". Ella fue elegante: "¡Avasállame!".
La noche anterior, los tres habían recibido con todos los honores a una doble (¿doble?, ¿como el gemelo de Urdaci?) de la reina de Inglaterra, y en uno de los lances, Boris declaró, con respecto a la parrilla que ha inaugurado: "Esto no será una parrilla, ¡será una chimenea francesa!".
Hubo más humor; Eva Hache está dispuesta a contar la vida para que no la creamos. Y Carlos Latre. Maracaná 05 es un territorio en el que se va a desenvolver como pez en el agua, porque la multitud de gente que hay en su rostro nada muy bien en los barrios del deporte. El buen humor es el libro de estilo de Maracaná 05. Está en los mensajes (que digiere Jorge Hevia, como en Carrusel, de la Ser), y está en Paco González (el responsable de Carrusel) y en Michael Robinson, que también se ríe de su sombra.
El magacín que en la radio anima Pepe Domingo Castaño inspira en cierto modo este espectáculo de televisión. Es obvio que todos se divierten, y que esperan suerte. Latre puede hacer hasta de Brito Arceo; lo haría mejor que el árbitro haciendo de sí mismo. Latre sería mejor como Brito Arceo. Una entrevistadora, Connie, se llevó al huerto del Manzanares al niño Torres, y éste le dio "la patadita de la suerte"; para qué fue aquello. Un día Latre hará de gemelo de Urdaci, supongo.
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