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La OSCE denuncia irregularidades en los comicios de Azerbaiyán

Los observadores internacionales detectan un 43% de fallos en el recuento de votos

Pilar Bonet

Las elecciones parlamentarias celebradas el domingo en la república petrolera caucásica de Azerbaiyán no cumplieron diversos requisitos necesarios para ser consideradas como democráticas, según las conclusiones provisionales dadas a conocer ayer por la misión internacional formada por los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y de otras entidades como la Asamblea del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo.

Con el 96,39% de los votos escrutados anoche, Yeni Azerbaiyán (el Nuevo Azerbaiyán), el partido del régimen de Iljam Alíev, se había adjudicado 63 de los 125 escaños del Parlamento. En segundo lugar, con 41 escaños, se situaban los llamados independientes, que en gran parte son miembros del partido gubernamental o simpatizantes del mismo. A la oposición se le habían adjudicado seis diputados, entre los que no se encontraban sus principales líderes (cuatro a Musavat, un partido laico de inspiración turca, y dos, al Frente Popular).

Por la mañana los líderes del bloque Azadlig (Libertad) declararon que no reconocían los resultados de los comicios y convocaron una manifestación para mañana, miércoles, en Bakú, en vista de que la convocatoria prevista para hoy había sido prohibida. Isa Gambar, el líder de Musavat, dijo que las elecciones debían anularse en 120 de los 125 distritos electorales, a tenor de las irregularidades registradas. La oposición empleará métodos exclusivamente pacíficos y legales, entre ellos la vía judicial, para tratar de invalidar los resultados y celebrar nuevos comicios, señaló.

Por su parte, el presidente Alíev dijo que el resultado de las votaciones representa la voluntad popular y prometió que se investigarán las irregularidades. El régimen se dejó anoche un margen de maniobra que puede permitir ciertas correcciones o incluso regateos. El jefe de la Comisión Electoral Central, Mazajir Panájov, dijo tener "grandes dudas" sobre los resultados de 10 distritos electorales. Por esta razón, explicó, se han anulado las elecciones en uno de ellos y podrían anularse también en los otros nueve. El resultado electoral definitivo se dará a conocer esta noche.

El recuento de los votos fue "malo o muy malo" en el 43% de los casos observados por la misión internacional de 665 personas bajo la égida de la OSCE. Entre las "serias infracciones" denunciadas están alteraciones e irregularidades en las actas y la presencia de personas que interferían o dirigían las votaciones. Los observadores constataron que, pese a ciertas mejoras durante el proceso preelectoral, la libertad de reunión fue restringida y se produjo un deterioro progresivo que culminó durante el recuento de votos. Según el jefe de la delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Leo Platvoet, las deficiencias incluían la interferencia de las autoridades locales, un desproporcionado uso de la fuerza para sofocar manifestaciones y detenciones arbitrarias.

Profesionales liberales en Bakú se mostraban ayer abatidos por los resultados de la jornada electoral. "Tengo la impresión de que llevan 12 años escupiendo sobre nuestras cabezas", señalaba un analista económico, refiriéndose a las autoridades del país. Entre los diputados que representarán a Nuevo Azerbaiyán en el Parlamento predominan personajes conservadores, amigos de la familia Alíev y del poderoso jefe de la Administración presidencial, en detrimento de jóvenes tecnócratas y profesionales cualificados, que también existen en el mismo partido, según el analista Tagrul Zhubarli. Tal composición podría indicar que la familia dirigente teme a los personajes que pueden cuestionar la estabilidad del modelo de dirección familiar del país. Azerbaiyán es un país de grandes diferencias sociales, donde un 40% de la población vive en la pobreza y la clase dirigente nada en el lujo.

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Un comerciante lee el periódico en el Mercado Oriental de Bakú.
Un comerciante lee el periódico en el Mercado Oriental de Bakú.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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