Recuerdos de unas vacaciones yeyés

Los veraneantes que en los años sesenta acudían a Benidorm todavía encontraban "una curiosa mezcla entre el cosmopolitismo y la paradisiaca Arcadia unos años antes conocida", según explica Juan José Chiner, arquitecto y comisario de la exposición Los hoteles del paraíso que anoche se inauguró en el aula de cultura de la CAM de Benidorm.

A través de grandes paneles, el visitante podrá contemplar decenas de fotografías y folletos publicitarios de los primeros hoteles de Benidorm. Al final, si el espectador es ávido y lúcido, podrá reconstruir la génesis de la actividad turística de esta localidad alicantina durante el periodo 1954-1964. Eran tiempos de cambio, de los yeyés, de los primeros bikinis que lucían las turistas francesas y de los Seat 600 que llegaban a Benidorm desde Madrid, cargados con toda la familia. Durante esos años abrió sus puertas la primera generación de hoteles y hostales que ahora rescata la muestra. Entre ellos: el hostal La Mayora y los hoteles Costablanca y L'Illa (1953), el Avenida, el Benidorm, el Madrid (1954) o los hoteles les Dunes, Victoria y Sarvacho (1955), Easo, El Palmeral, España, Europa, Mediterráneo y Stop (1956), en un proceso creciente que lleva a la apertura del Ancora, Brisa, La Paloma y Sol (1957), Los Álamos, Planesia y Regina (1958), Mónaco, Los Pinos y Bristol (1959) y continúa en la década siguiente con el Colón, Canfali, Fontanella y Delfín (1960-61), Agir y Voramar (1962) Teremar y Mistral (1963) hasta 1964, en que se comienzan a construir el Montesol, Los Pinos, Mayna, Beni-Algar, Tres Coronas, Bernia y Corregidor, así como otros numerosos hostales y pensiones, que en 1965 sumaban 66 establecimientos hoteleros que comprendían todo el espectro entre los hoteles de lujo a las pensiones de tercera. En estos momentos, la ciudad ofrece alrededor de 37.000 camas hoteleras. Pero a estos establecimientos debemos añadir los primeros que abrieron veinte a treinta años antes, como son el hotel Bilbaíno (1931), el Levante (1933), o el Marconi (1934).

"Es una muestra retrospectiva sobre nuestra historia reciente" comentó la edil de Cultura, Ángela Barceló, durante la presentación de esta exposición que permanecerá abierta al público hasta el próximo 10 de diciembre. "Se trata de recuperar la memoria de unos años que marcaron el futuro de la ciudad, una década en la que se impulsó el desarrollo turístico de Benidorm", agregó la edil, quien destacó el papel de la mujer en la actividad hotelera de Benidorm. "Aunque en esos años no podían tener los hoteles a su nombre, lo cierto es que en la mayoría de los casos fueron las mujeres quienes impulsaron ese crecimiento y construcción de hoteles" aseguró. Algunos de estos establecimientos ya han desaparecido, como el Marconi, Regina o Madrid, pero otros como Les Dunes, Avenida, Ancora, Gran Hotel Delfín o Agir aún mantienen sus puertas abiertas después de varias reformas.

La exposición no olvida que la apertura de estos hoteles vino acompañada de cambios urbanísticos importantes en la ciudad y nuevos eventos como el Festival de la Canción (1959) o la construcción de la Plaza de Toros (1962). La muestra será itinerante, "pueda ser visitada en otros municipios de Alicante", precisa Sebastián Fernández, presidente del Patronato de Provincial de Turismo.