'Mileuristas'

Sólo en una sociedad materialista podría resaltarse como principal síntoma de insatisfacción vital un ingreso no superior a mil euros. ¿Acaso el mayor problema de un licenciado radica en no superar este umbral económico? ¿Alguna vez la universidad alentó el libre pensamiento más allá de la preocupación por una solvente salida laboral?

Son preguntas que me hubiera gustado encontrar en el reportaje La generación de los mil euros, del pasado 23 de octubre. Hace tiempo que estar licenciada no asegura trabajo digno.

Las licenciadas acumulan muchos años matriculados pero poco o ningún entrenamiento en el ejercicio de defender la dignidad y organizarse.

Por una parte, resulta un poco obsceno compadecer a quien no se sabe buscar la vida con mil euros al mes. Por otra, se reproduce una visión ideal de convivencia: solo o en pareja. Parece que compartir con amigas, por ejemplo, sigue visto necesariamente como una opción de coyuntura económica, poco adulta, poco emancipatoria e incluso precaria. La voracidad especuladora nos "condena a compartir piso toda la existencia". De paso podríamos preguntarnos adónde nos lleva el individualismo sistemático y/o la dependencia crónica en las relaciones de pareja.

Mientras no echemos un poco más de imaginación en cómo diseñar nuestras vidas, con recursos propios, con las relaciones de afinidad, con proyectos deseables... las estructuras seguirán eligiendo todo por nosotras.