Las víctimas reciben con reservas la nueva ponencia parlamentaria

Las víctimas del terrorismo contemplan con distancia y reservas la constitución hoy en el Parlamento de una nueva ponencia dentro de la Comisión de Derechos Humanos para tratar su problemática. Algunas organizaciones, como la Fundación Fernando Buesa, podrían optar incluso por no acudir si son llamadas. La presidenta de esta fundación, Natividad Rodríguez, señaló a este periódico que alberga dudas sobre la utilidad que tendría volver a repetir sus planteamientos ante los parlamentarios, cuando aún no se ha cumplido la mayoría de los compromisos adoptados por unanimidad en junio de 2003 en el grupo que funcionó en la Cámara la pasada legislatura.

La viuda de Fernando Buesa recordó la semana pasada, durante una comparecencia para presentar un convenio con la plataforma Aldaketa para reclamar el significado político de las víctimas, que aquellos acuerdos están por cumplir dos años y medio después de adoptados. La concepción sobre el papel político que debe o no otorgarse a las víctimas es precisamente uno de los elementos básicos de separación entre los grupos.

La portavoz de Covite, Cristina Cuesta, señala también que la comparecencia de ese grupo "dependerá" de los objetivos y de las condiciones en que se le llame. Entre las medidas aprobadas, pero no cumplidas se cuentan la edificación de un monolito a las víctimas del terrorismo, la celebración de un pleno anual sobre su situación y la institucionalización de una jornada anual en su recuerdo.

La ponencia volverá a estar presidida por el peneuvista Iñigo Urkullu, pese al fracaso que supuso el final en desacuerdo de sus trabajos, y afronta nuevos obstáculos, como la posible participación de EHAK o reclamaciones como la de Aralar, que quiere extender su competencia a las víctimas del GAL y a los denunciantes de torturas.