Tura y Rangel acercan posiciones y visitan juntos la sede de los Mossos

La consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, almorzaron ayer juntos y posteriormente visitaron la sede de los Mossos d'Esquadra en Barcelona para rehacer las frías relaciones que mantienen desde hace meses y se evidenciaron el pasado martes. Ese día, fecha del inicio del despliegue de la policía autonómica en Barcelona, ni Rangel ni ningún mando del Cuerpo Nacional de Policía ni de la Guardia Civil acudieron al acto oficial que presidió Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat, en la sede de los Mossos, situada en la Travessera de Les Corts y que acoge también la comisaría de este distrito.

Las invitaciones a este acto habían sido cursadas apenas 24 horas antes, en medio del puente de Todos los Santos, pese a que la fecha era conocida con más de dos años de anticipación. No sólo Rangel y los mandos policiales, sino otras personalidades como el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, fueron invitadas ese día. En algunos casos, la invitación fue incluso por teléfono, como les ocurrió a los ex consejeros del Interior en la época de CiU Núria de Gispert y Xavier Pomés.

A la vista de que había trascendido la polémica, Rangel telefoneó ayer a Tura y ambos almorzaron juntos en el Departamento de Interior. "Para coordinar la actuación de los cuerpos policiales tras el posdespliegue", aseguró un portavoz oficial, quien admitió que el encuentro no estaba previsto en la agenda de ninguno de los dos. Con posterioridad, la consejera y el delegado visitaron las instalaciones de la sede policial.

15 detenidos el primer día

Los Mossos d'Esquadra realizaron 15 detenciones en el primer día de despliegue en la ciudad de Barcelona, en el que patrullaron por las calles 272 dotaciones con 619 agentes. De los 15 detenidos, 5 lo fueron por violencia doméstica, 4 por robo y otro por mendicidad con menores. Dos personas más fueron acusadas de receptación (colaborar en la venta de objectos robados), uno por tráfico de estupefacientes, otro por resistencia y desobediencia y uno más por conducir bajos los efectos del alcohol.

Al margen de las detenciones, los Mossos d'Esquadra también apoyaron la intervención de la Guardia Urbana en dos accidentes ocurridos en las calles de Barcelona, así como en el incendio de un bingo.