El príncipe azul de Nortel

Mike Zafirovski ha sido el elegido para liderar la compañía tecnológica canadiense Nortel Networks, para suceder en el cargo a Bill Owens. Culmina así un complejo proceso de búsqueda con el que Nortel quiere pasar página a la embarazosa etapa de los escándalos contables. El cambio debería producirse el próximo 15 de noviembre. Pero no está exento de polémica. Su antigua empleadora, Motorola, quiere impedir por la vía legal que Zafirovski transfiera sus conocimientos y secretos.

Zafirovski, de 51 años, trabajó entre 1975 y 2000 para General Electric, periodo durante el que ocupó cargos ejecutivos en tres de sus divisiones. De ahí paso a Motorola, donde en 2002 fue ascendido al puesto de presidente y jefe de operaciones de la compañía, el segundo más alto en la pirámide de la compañía. Por sus 30 años de experiencia profesional en grandes corporaciones de dimensión global, se le considera como un ejecutivo con "amplios conocimientos" del mundo de los negocios, decidido y exigente.

En Wall Street está considerado como el actor principal en el renacer de Motorola, donde recortó gastos y lanzó nuevos productos para recuperar las ventas, gracias a su habilidad para entablar muy buenas relaciones con los clientes. Pero en diciembre de 2003, su ambición por hacerse con las riendas de Motorola se vieron frustradas, después de que la ejecutiva del grupo decidiera reemplazar a Christopher Galvin con Ed Zander, ex presidente de Sun Microsystems. Zafirovski no ocultó su disgusto y presentó su dimisión en enero pasado.

Nortel le reconoce su valía y le pagará por sus servicios un sueldo de 1,2 millones de dólares anuales, a los que se sumarán varios millones más en bonos y acciones. Los inversores esperan de este ejecutivo que traiga energía nueva y ayude a aplacar a los competidores. De momento, Mike Zafirovski no ha desvelado cuál será su estrategia empresarial y se da tiempo para tener un sentido de las prioridades, para poder llevar a la compañía por la senda del crecimiento y recuperar su reputación una vez que sus finanzas están estabilizadas tras los escándalos.

Owens tomó las riendas de la compañía hace poco más de un año, tras destaparse a comienzos de 2004 un enjuague contable, pero a pesar de ser comandante de la Sexta Flota en la operación Tormenta del Desierto en Irak, estaba considerado como un ejecutivo con poca personalidad y Wall Street contaba con que dejaría el cargo cuando la compañía decidirá entrar en una nueva fase. Por eso, Wall Street aplaude el cambio, porque consideran a Zafirovski como la persona ideal para guiar a Nortel.