La UPV plantea invertir 213 millones en mejorar sus campus

La Universidad del País Vasco (EHU-UPV) quiere acabar con las deficiencias estructurales que arrastra desde su nacimiento hace 25 años. Para ello, el Rectorado ha diseñado un ambicioso plan de mejora de las instalaciones y del equipamiento general de la UPV, que va a afectar especialmente al campus de Vizcaya, el mayor y el más deteriorado de los tres. El plazo estimado de ejecución es de seis años -hasta 2010-, y el presupuesto previsto, notable. Según los cálculos elaborados por el equipo del rector, Juan Ignacio Pérez, su desarrollo exige la inversión de 213 millones de euros, una cantidad similar a la partida que el Gobierno vasco destina cada año para los gastos ordinarios de la institución.

Aunque Pérez recalcó ayer al presentar el proyecto que es todavía una propuesta, dejó claro que la iniciativa tampoco está hecha sobre el aire. "Nada de lo que figura en el plan se ha hecho sin contrastarlo o sin realizar los contactos pertinentes con las distintas instituciones. No ha habido en estos 25 años un plan de este calado, de esta trascendencia y que cuente con tantas posibilidades de materialización". "Ésta es la gran ocasión que tiene la UPV de ponerse al día de una vez por todas", subrayó, para apuntar la estrecha vinculación de la propuesta con los cambios que exige el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

El rector, pese a que prefirió no entrar en los detalles de financiación por no estar aún del todo atados, sí destacó, como muestra de la seriedad del proyecto, la partida que el Gobierno vasco incluirá en su Presupuesto y la que también figurará en las cuentas de la Diputación de Vizcaya.El apoyo de las administraciones autonómica y foral no será suficiente, sin embargo, para afrontar la enorme inversión que requiere el plan. El Rectorado ha estudiado las alternativas para obtener vías de financiación complementarias. Una de las más viables, aparte de un posible endeudamiento para acometer las reformas más urgentes, está en la venta y/o permuta de edificios y terrenos propiedad de la UPV, de común acuerdo con las demás instituciones implicadas.

Del éxito de estas operaciones inmobiliarias depende, en buena medida, el desarrollo del proyecto. Según señaló el rector, se calcula que de esta forma se puede obtener el 40% de los 213 millones presupuestados. La venta o permuta de patrimonio propio es un resorte esencial para llevar a la práctica las dos principales actuaciones del plan: la transformación de la presencia de la UPV en Bilbao y de la reforma del campus vizcaíno de Leioa, el más grande y el más deteriorado de todos.

Ambas actuaciones, sobre todo la primera, acaparan también el protagonismo en el apartado económico. A ellas se vinculan 155 de los 213 millones de euros estimados, algo más del 70%, mientras que otros 41 se destinarían a mejoras en el campus de Guipúzcoa y 17 en el caso alavés, ambos más modernos y mejor dotados.

El plan lleva al papel la iniciativa de Juan Ignacio Pérez y su equipo para vertebrar el espacio universitario en Bilbao alrededor de dos polos. Uno científico-técnico en la zona de la Escuela de Ingenieros, junto a la antigua Feria de Muestras, y otro económico-jurídico en Sarriko, con la Facultad de Económicas como referencia y con posibilidades de expansión hacia la península de Zorrozaurre.

En el primero se agruparían los distintos centros de ingeniería dispersos en Bilbao y Barakaldo, alrededor de un nuevo edificio de investigación. Al segundo polo, se trasladarían la Escuela de Empresariales de Elcano, la de Relaciones Laborales y Unidad Delegada de Derecho, ahora en Leioa, que dispondrían de un centro de Estudios Avanzados de Economía y Empresa. La tercera pata sería el traslado de la Facultad de Medicina y Odontología de Leioa, a un nuevo edificio junto al hospital de Basurto.

El vicerrector del campus de Vizcaya, Iñaki Goirizelaia, calificó "oportunidad histórica para la UPV, para Bilbao y para Vizcaya" esta transformación. "Es la primera vez que se intenta ordenar este campus, acabar con sus infraestructuras obsoletas y su dispersión geográfica. Ésta es la última ocasión que tiene Bilbao para contar con una mejor universidad", recalcó.