Córdoba prepara un centro de recepción para inmigrantes

La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU), dijo ayer que el Ayuntamiento está preparando un proyecto de centro de recepción de inmigrantes, orientado fundamentalmente para ciudadanos de origen rumano. El año pasado, por estas fechas, se sucedieron los desalojos de campamentos levantados por personas de este colectivo por parte de la Policía Local y de los Servicios Sociales del consistorio y, desde hace unos días, están apareciendo nuevos asentamientos.

El Ayuntamiento ha diseñado un plan de emergencia social que contempla la creación de este centro de recepción. Aguilar quiso dejar claro que "no se va a construir ninguna ciudad para que habite una determinada población". Se trata, según dijo, de "unas dependencias para atender a las personas que llegan y donde se les haga más fácil su plena inserción". Según dejó entrever la alcaldesa, la estancia de los inmigrantes en este centro será "absolutamente coyuntural, provisional y transitoria". La edil no especificó el lugar en el que se emplazará el centro, aunque dijo que no estará "en ninguna barriada consolidada de la ciudad", ya que no quiere "que haya ningún conflicto".

La alcaldesa reiteró que no se va a dar "vivienda a nadie, tan sólo" se recibirá "a estas personas en un espacio para poder prestarles la atención que necesitan (...) y para que haya una plena inserción desde el respeto a las normas convivenciales".

Hace un año, Aguilar repitió en varias ocasiones que este colectivo no respetaba las normas de convivencia ya que mendigaban, en algunos casos con bebés, por las calles. Ayer, volvió a insistir, e incluso llegó a decir que las mujeres de este colectivo casi extorsionan con su actitud insistente: "El problema específico lo tenemos con los ciudadanos rumanos, que hasta ahora no han respetado las normas de convivencia que todos nos hemos dado en la ciudad". "Cuando estamos haciendo esfuerzos para erradicar la mendicidad y que los niños vayan a la escuela, no podemos permitir que haya ciudadanas que estén cada día con el niño de la mano pidiendo en las calles y casi extorsionando para que les den dinero", dijo Aguilar.