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El barrio de la Estació de Sallent se hunde seis centímetros en sólo 40 horas

El movimiento, que se ha frenado, causa una gran alarma entre los vecinos de la zona

Los vecinos del barrio de la Estació de Sallent (Bages) viven desde hace años con la amenaza de que el suelo que pisan se acabe hundiendo bajo sus pies. Ayer, el lento hundimiento de la zona que hace años provoca la antigua mina de sal llamada Enrique, sobre la que se construyó el barrio, motivó una nueva convulsión: en las últimas 40 horas el suelo había cedido seis centímetros, cuando en un año es de cinco centímetros. La súbita aceleración del asentamiento de las tierras se detectó mediante un testigo situado a una profundidad de entre 40 y 80 metros.

La noticia dio lugar el lunes a una reunión -que se prolongó hasta las dos de la madrugada- de todos los jefes de seguridad y emergencia de la Cataluña central, de los técnicos del Instituto Cartográfico que realizan las mediciones del hundimiento en tiempo real y de los agentes políticos implicados. Ayer los vecinos se alarmaron al conocer el alcance de la noticia. Anoche, en una asamblea con más de 150 afectados, los técnicos y políticos intentaron calmar los ánimos.

El lunes a media tarde se detectó un primer movimento en un sensor situado a 80 metros de profundidad. Unas horas después, la señal de alerta la dio una medición en el mismo extensómetro (medidor), pero a 40 metros. Hasta anoche no se habían producido nuevos movimientos y los técnicos empezaban a pensar que se podía hablar de "cierta estabilización", según Antoni Roca, técnico responsable de las mediciones del Instituto Cartográfico. Esta estabilización desaconsejó la evacuación de los vecinos, aunque se mantenía activada la prealerta de emergencia. De todos modos, Roca advirtió de que "el problema persiste" porque el barrio está construido sobre una zona que se encuentra en proceso de hundimiento activo.

Sentencia

El Instituto Cartográfico tiene cuatro extensómetros en el barrio y uno de ellos fue el que dio la alerta. De las tres mediciones que realiza, en dos había un notable movimiento, señal de que en el interior se estaba produciendo un proceso de inestabilización. Los otros tres no registraron anomalías. "De momento, el aviso se ha quedado en un susto", advierte la alcaldesa, Mireia Cortès (ERC), quien no obstante no se atreve a dar ninguna seguridad. "La naturaleza es imprevisible", sentencia. De todos modos, Cortès desea que las medidas adoptadas permitan "recobrar el clima de tranquilidad" en el barrio si las lecturas siguen siendo normales.

El barrio está sentenciado. En el subsuelo, a unos 200 metros de profundidad, hay diversas galerías de la primera explotación minera de potasa de Sallent, abierta en la década de 1920. Estas galerías se inundaron por la filtración de agua y la empresa, viéndose incapaz de resolver el problema y con la aprobación de la autoridad minera del momento, decidió sellar la explotación. En el interior quedó una vía abierta de agua en contacto con las capas salinas que es lo que causa el hundimiento desde hace 10 años. Desde entonces, los vecinos viven entre grietas. El barrio tenía 333 edificios, de los que 108 se han derruido en los últimos años; además se ha trasladado a más de 140 personas.

Los vecinos se mostraban ayer asustados porque temen que algún día se produzca una desgracia al hundirse algún edificio y saben que la Generalitat y el Ayuntamiento aún no han resuelto qué van a hacer con ellos ni qué alternativas les ofrecerán para desalojar un barrio donde la mayoría de las familias viven en casas pareadas, por lo general de propiedad.

En el último año, que ha coincidido con una época de escasez de lluvias, no se habían producido incidencias. El movimiento actual coincide con las últimas y abundantes precipitaciones.

La respuesta de la Administración ante el hundimiento del pasado mes de enero en el Carmel de Barcelona es el espejo en el que se miran los vecinos de la Estació de Sallent. De momento, el Ejecutivo responde a la preocupación de los vecinos acelerando trabajos, por ejemplo la redacción del plan de emergencia; apresurándose a cerrar las negociaciones sobre las indemnizaciones con los afectados, y construyendo más pisos de protección oficial en Sallent por si fuese necesario un desalojo. En el apartado técnico, se prevé realizar nuevos estudios hidrogeológicos y mediciones de los movimentos por la mañana y por la tarde, y aplicar un nuevo sistema de medición en los edificios.

El movimiento provocó la máxima alerta en el Ejecutivo, preocupado por evitar que en el tiempo de espera no se produzcan daños personales. Por esta razón, visitaron Sallent el secretario de la Vivienda de la Generalitat, Ricard Fernández; el de Seguridad Pública, Joan Delort, y el de Planificación Territorial, Oriol Nel.lo.El lunes se aplicaron en Sallent las medidas de un plan de seguridad que aún no está aprobado. Está en la última fase de elaboración y se pretende llevar a la Comisión de Protección Civil antes de finalizar el año. "Lo que hemos hecho ha sido activar todos los mecanismos de seguimiento e información", indicó Delort, que añadió: "Hemos tomado una medida adicional, que es la de informar a los vecinos de manera directa a través de una asamblea". De hecho, la transparencia informativa a la que se refería Delort fue una exigencia de la asociación de vecinos, que aún no sabía qué papel desempeñaba en el plan de emergencia estrenado antes de aprobarse.

Las grietas han roto los testigos en un edificio de la calle de Lleida de Sallent.
Las grietas han roto los testigos en un edificio de la calle de Lleida de Sallent.TEJEDERAS

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