La oposición siria se une para exigir elecciones libres al presidente El Asad

El régimen de Damasco se tambalea. La acometida es obra de un amplio sector de la oposición siria, que a pesar de todas las dificultades y vigilancias acaba de lanzar desde dentro del país un manifiesto contundente en el que pide el fin del sistema autoritario y de los métodos despóticos, un cambio democrático y la celebración de elecciones libres.

El documento, bautizado con el nombre de Declaración de Damasco, que ha venido gestándose en secreto durante los últimos seis meses, supone la resurrección de los sectores democráticos, que en septiembre de 2000 suscribieron un documento similar conocido como Manifiesto de los 99, porque fue firmado por 99 intelectuales. Aquel documento sirvió de punto de partida de la Primavera de Damasco, un periodo de agitación y de esperanza que duró poco menos de un año y que coincidió con la muerte de Hafez el Asad y los primeros meses de gobierno de su hijo Bachar el Asad.

La ofensiva de la oposición es la más seria y contundente con la que se enfrenta el presidente El Asad desde que se hiciera cargo del poder hace cinco años, y coincide con una nueva embestida que la comunidad internacional, capitaneada por Francia y EE UU, está preparando en la ONU contra el régimen de Damasco.

Esta nueva carga de profundidad diplomática será, sin duda, aprobada antes de una semana, una vez se desvele el contenido del informe que una comisión de investigación de la ONU ha redactado sobre el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, perpetrado el pasado 14 de febrero en Beirut, y se establezca oficialmente si Siria está implicada en el atentado.

Informe de la ONU

El informe de la Comisión de Investigación de la ONU sobre el asesinato de Hariri será difundido mañana, culminando así cuatro meses de investigaciones dirigidas por un equipo de expertos internacionales encabezados por el fiscal alemán Detlev Mehlis. Según filtraciones desveladas por la revista alemana Stern, en este informe aparece implicado el cuñado del presidente El Asad, el general Asef Shawkat, jefe de la seguridad militar o muhabarat. Las acusaciones han sido, sin embargo, desmentidas categóricamente por una entrevista de El Asad en la prensa alemana.

Siria, además, se verá confrontada en breve a un segundo informe, redactado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el que se examina el cumplimiento por parte de Damasco de la resolución 1.559, que exigió a Siria la retirada militar de Líbano.