Andaluces por el Cambio en Granada

En la página 7 de EL PAÍS Andalucía del 14 de octubre se publicaba el manifiesto Andaluces por el cambio, firmado por "los 200 primeros...". En dicho manifiesto se escribe, aparte de venir a decir algo tan ofensivo para todos los andaluces como que no somos "auténticamente libres", que el modelo educativo en Andalucía ha fracasado. Pues bien, entre los firmantes del manifiesto aparecen los nombres de dos profesores de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Granada. Uno de ellos, el catedrático de Sociología Julio Iglesias de Ussel (que le tiene tanto amor a Andalucía que se ha ido a la Complutense madrileña a impartir clase este mismo año), saltó a la prensa local granadina el curso pasado porque estuvo prácticamente todo el año sin aparecer por las aulas universitarias para cumplir con su obligación moral y profesional de impartir las asignaturas que tenía adscritas según la ordenación docente de la Facultad de Ciencias Políticas, sin dar ninguna explicación de su prolongada ausencia, sin dejar de cobrar su sueldo proveniente del erario público y haciendo que le "sustituyera" algún que otro servil profesor saltándose todos los reglamentos habidos y por haber.

El otro profesor mencionado, José Luis Saez Lozano, es conocido en la facultad por definirse en las aulas como "ultraliberal, conservador, del Partido Popular y del Real Madrid", por atacar de una manera feroz al PSOE a la vez que imparte clase, por desprestigiar siempre que puede todo lo que tenga que ver con lo "público" (a pesar de lo cual trabaja en una universidad pública) y por practicar un sectarismo mediocre y cateto con los que no son de su cuerda.

Estos dos señores dicen que el modelo educativo andaluz ha fracasado. Desde luego, si todos los profesores fueran como ellos (que por fortuna no lo son) no sería de extrañar dicho fracaso. Si estos son los "intelectuales" del PP andaluz y los que llaman al cambio político a los andaluces, no quedará más remedio que desearle al señor Arenas una feliz estancia en la oposición durante muchos años y recordarle aquel refrán que dice: "con amigos como estos, para qué quiere uno enemigos".