La Cumbre Iberoamericana elabora un programa pese a las disputas sobre Cuba

La 15ª Cumbre Iberoamericana de Salamanca concluyó el sábado con una serie de mandatos y proyectos que recaen sobre la estrenada Secretaría General ejecutiva de estas reuniones, encabezada por Enrique Iglesias. Este organismo tiene sobre sus hombros la preparación de una conferencia sobre inmigración, la puesta en marcha de programas de alfabetización y de canje de deuda por educación y para combatir la exclusión social, y de un mecanismo de respuesta rápida contra las catástrofes naturales, como tareas prioritarias.

La esperanza de que gran parte de este ingente volumen de trabajo se lleven a cabo se sostiene gracias a la presencia de Iglesias. Este uruguayo de origen asturiano, que hasta este año dirigió durante 17 años el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es muy conocido y respetado en América Latina. El sábado, tras la rueda de prensa de clausura que ofreció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Iglesias abandonó la sala cansado por los intensos días que precedieron la cumbre, pero tal vez también pensando en el trabajo que le quedaba por delante.

En esa conferencia final, Zapatero encargó a esa secretaría ejecutiva que organizara una reunión sobre inmigración de los latinoamericanos a España para ordenar los flujos migratorios, dar seguridad a la gente que se desplaza y abaratar el envío de remesas, de modo que este dinero que los inmigrantes mandan a sus familias suponga una importante fuente de financiación para el desarrollo del país receptor.

Deuda por educación

También le encargó que pusiera en marcha programas de canje de deuda por educación, una iniciativa que España recogió de la ONU, la impulsó, y de la cual ya se han beneficiado Honduras, Nicaragua, Ecuador y muy pronto también Argentina. Ambos proyectos, unido a un amplio plan de alfabetización, tienen como finalidad la disminución de la pobreza y la exclusión social, cada vez mayor debido a que América Latina es la región del mundo donde la redistribución de la renta es más injusta.

Además, se prevé la creación de un sistema de acción rápida contra las catástrofes naturales que arrasan a América Latina. Durante la cumbre, España anunció una ayuda financiera para los más afectados por el huracán Stan -Guatemala y El Salvador- de 67 millones de euros. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aclaró que el dinero no eran créditos o préstamos al desarrollo, sino donaciones no reembolsables. Todos estos proyectos concretos representaron la novedad de la cumbre, en oposición al habitual protagonismo de Cuba en este tipo de reuniones, esté o no Castro presente.

Para el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, los resultados de la cumbre constituyen una "victoria política y diplomática" de su país "reflejo de la autoridad de Cuba, de la resistencia popular y, en particular, del respeto y prestigio de Fidel ", informa Mauricio Vicent desde La Habana.

La Habana se fue doblemente satisfecha porque logró una condena específica al bloqueo de EE UU y el apoyo para la "extradición o conducción ante la justicia" del anticastrista Luis Posada Carriles, acusado de un atentado que costó la vida a 73 personas que viajaban en un vuelo de la compañía Cubana de Aviación en 1976.

El otro polémico incidente de la cumbre lo protagonizó el presidente colombiano, Álvaro Uribe, a quien la ira le invadió cuando leyó que en el primer borrador de la declaración final de Salamanca calificaba de "ilegales" o "irregulares" a los grupos armados, como la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los paramilitares. Uribe finalmente logró una condena contra los grupos que cometan actos de terrorismo.