'Narcosala' e ignorancia

En contestación a la carta firmada por José Burillo Puig ('Narcosala' y chantaje, EL PAÍS, 16 de octubre), debo decirle que está muy mal informado.

Los vecinos de Vall d'Hebron sí queremos que los drogadictos tengan sitios higiénicos donde pincharse, estamos tan convencidos de ello que desearíamos que pudieran hacerlo en los 49 centros de atención primaria de Barcelona y no sólo en nuestro barrio y en Ciutat Vella. Tampoco es sólo la narcosala lo que nos preocupa, sino también el hecho de que a finales de año van a colocarnos una cárcel de menores en régimen abierto, cuyos ocupantes acudirán a los colegios del barrio y muchos de ellos también consumirán drogas. Para acabarnos de hundir, hemos tenido el honor de ser la zona escogida para la instalación de un albergue para toxicómanos donde éstos podrán empadronarse y residir todo el día.

¿Le parece a usted que nuestra protesta es miserable y egoísta? Le sugiero que vaya a informarse delante de la narcosala, donde están instalados de manera permanente un grupo de heroicos vecinos que han renunciado a muchas cosas porque no quieren que Vall d'Hebron se convierta en un nuevo Can Tunis.