Inmigrantesde piel más oscura

Muchas poblaciones de la periferia de Barcelona están habitadas por una gran mayoría de andaluces. Ellos fueron inmigrantes muchos años atrás, cuando venían a Cataluña a levantar "la nación" mediante una mano de obra muy barata. Con el paso del tiempo aprendieron catalán y se integraron en una sociedad muy exigente, formaron sus familias y todos tan felices. Hoy ocurre algo parecido, hay un importante colectivo de inmigrantes que proceden de países cuya economía no les permite llevar una vida digna y son tan trabajadores como los andaluces que vinieron a Cataluña. Pero no es lo mismo, la piel de estos inmigrantes es más oscura y, además del castellano, tienen que aprender una segunda lengua para integrarse completamente. Aun así, los que terminan consiguiéndolo siguen siendo señalados con el dedo por la calle y son objeto de debate y discriminación. Es muy triste comprobar en qué clase de país nos hemos convertido. Se acusa muchas veces a los nuevos inmigrantes de mandar a gente al paro, de traer la delincuencia en bandas organizadas y de una larga lista de problemas sociales que parece que nunca tuvimos antes. ¡No seamos tan hipócritas! Muchos campos se mantienen gracias a ellos al ser un trabajo poco agradecido y retribuido para el macho ibérico, que se encuentra en su hábitat natural cuando cobra el paro y se lo gasta en las cervezas del bar.

Nos deberíamos olvidar nunca que los españoles tuvimos que emigrar a otros países para poder trabajar.