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Reportaje:AIRE LIBRE

Las pinturas de los bosques

Cinco enclaves peninsulares para disfrutar de la otoñada

Las noches crecen al paso del décimo mes del almanaque, con la frescura de la otoñada metida bajo la piel del bosque. A la mengua del calor y las horas de luz le sucede la crecida del color en la arboleda y la sazón de sus frutos más preciados. Los momentos más vistosos del bosque caduco inician su fugaz fiesta de tinturas tras las primeras lluvias de septiembre, pero su culminación queda patente, para las miradas curiosas de los excursionistas, entre las medianías de octubre y noviembre. Hayedos, robledales, castañares, abedulares, fresnedas, choperas y toda la pléyade de árboles y arbolillos caducifolios que salpican los montes ibéricos maduran sus frutos, mientras su hoja caediza se dora y enciende antes de morir a sus pies.

Las hayas de Hormas, los castaños de El Tiemblo o los robles de La Acebeda. Octubre y noviembre invitan a excursiones de fin de semana para admirar los mejores tonos de las arboledas.

Aliviados los paisajes de la sed del verano y el rigor de sus calores, estas semanas otoñales son las mejores para salir al campo y disfrutar de la contemplación de las escenas más vistosas del año. Y para descansar, qué mejor que alguna de las atractivas posadas y hospederías de cuantas pueblan los valles y montes de la España rural.

1 Bosque de Hormas

(LEÓN)

Una masa mestiza de hayas y robles albares prácticamente inalterada por la mano humana, de altísimo valor ecológico. Situado en la sierra de Riaño, en el interior del parque regional de los Picos de Europa, entre los términos de Riaño y Boca de Huérgano, el monte de Hormas es conocido como zona de refugio invernal del oso pardo, y también por albergar varios cantaderos de urogallo.

El bosque está formado por masas de robles de gran porte, en sus cotas menores, bajo cuya cubierta se mezclan acebos, avellanos, arándanos y genistas; la espesura arbórea se combina con hayas al tiempo que gana altura, tornando en hayedo puro en las cumbres. El abandono de la tradición ganadera ha dado por perdidos los pocos caminos que lo recorren, pero aún es posible patear estos montes por las veredas que remontan sus arroyos. El arroyo Remuela deja penetrar hasta sus zonas más altas, y las veredas que parten de la aldea de Escaro hacia el este, también sirven para internarse en este fantástico bosque.

- La Hospedería de Salamón. (987 71 08 06; www.aletur.es/salamon). Salamón. Casa tradicional remodelada con mucho gusto, en la que se ofrecen habitaciones dobles y una suite con sauna e hidromasaje. Organizan rutas a caballo. Habitación doble: 50 euros

2 Foz de Arbayun

(NAVARRA)

En las estribaciones del pre-Pirineo navarro, el río Salazar tropieza con la escabrosa sierra de Leyre, excavando un estrecho y angosto paso fluvial a través de ella para poder continuar su camino. Seis kilómetros de cañón quedan abiertos entre cantiles escarpados de hasta 400 metros de altura, donde se da un curioso fenómeno de inversión climática: las especies vegetales que deberían ubicarse en los escalafones inferiores se asientan en lo más soleado de las cornisas, mientras que las especies propias de niveles altos se sitúan entre las frescuras más hondas del barranco.

Entre su variado bosque ribereño de tilos, fresnos, encinas, quejigos, coscojas, bojes o arces campan corzos y jabalíes, mientras en las orillas del río reina la imparable nutria. Al no existir carretera que discurra por el fondo de la foz, su naturaleza salvaje se ha mantenido casi intacta, siendo el rincón preferido de muchas especies de aves rupícolas, como buitres leonados, alimoches, quebrantahuesos y halcones peregrinos. El sendero que recorre las entrañas de la foz parte del kilómetro 13 de la carretera de Lumbier a Navascués, desde donde desciende hasta la orilla del río para seguir la corriente a través del tortuoso tajo.

- Casa Tetxe (948 47 50 98; www.casayetxe.com). Iriondoa, 6. Roncal. Viejo casón restaurado en el pueblo. La doble, de 80 a 90 euros.

3 Castañar de El Tiemblo

(ÁVILA)

Al suroeste de la provincia de Ávila, en El Tiemblo, se encuentra uno de los bosques domados más antiguos de la Península. Habrá que tomar la carretera del embalse del pueblo, mientras se remonta la garganta del arroyo de la Yedra, para desembocar en una pista forestal que se adentra en el llamado castañar de El Tiemblo.

El castaño no es una especie autóctona de la península Ibérica, sino que fue introducido por los romanos. Por este motivo su distribución por nuestros montes ha tenido mucho que ver con los lugares de tradicional explotación maderera, al tiempo que con los climas más atlánticos.

Ya en el interior del bosque habrá que recorrer el antiguo camino de Casillas, que atraviesa por el collado de la Llanada. Un viejo refugio descubrirá a muy pocos metros el abuelo del bosque, un castaño centenario y hueco que mide 16 metros de perímetro.

El camino sigue su ascenso entre jóvenes y derechos castaños, hasta topar con la fuente del Resecadal, rodeada de un espectacular grupo de ejemplares centenarios. Coronado el monte se llega a las praderas de la Llanada, mirador desde el que se domina buena parte del valle del Tiétar.

- Casas rurales Valle de Iruelas (918 62 50 59). Las Cruceras. El Tiemblo. El antiguo poblado de trabajadores de la presa de El Burguillo se ha rehabilitado creando 35 casitas de piedra con capacidad entre dos y ocho personas. Precio por casa y día, de 55 de 300 euros.

4 Dehesa de La Acebeda

(MADRID)

En el término municipal de La Acebeda, un pequeño pueblo colgado de las faldas de Somosierra, se localiza una de las dehesas boyales más sugerentes de la comunidad madrileña. Un bosque de robles rebollos, algunos de ellos centenarios, salpicado de arces, serbales y mostajos, que mantuvo durante décadas el acebo más alto de la provincia hasta que lo partió un rayo. El pequeño arroyo de la Dehesa riega las hechuras de este viejo robledal en su camino al río Madarquillo, donde se localizan las áreas más olvidadas del bosque.

El abandono paulatino de sus usos tradicionales, como el carboneo, la extracción de leña y el ramoneo para la ganadería, ha provocado que muchos caminos hayan desaparecido entre la maraña vegetal, en beneficio de los corzos, jabalíes y mustélidos. La pequeña carretera local que une La Acebeda con su vecino Robregordo parte la dehesa en dos y sirve de guía para recorrer, por un camino paralelo al arroyo, la zona baja y el barranco del Madarquillo. A las laderas altas se llega por el camino del Puerto, que sale por la parte de arriba del pueblo hacia la sierra.

- La Sonrisa del Gnomo (918 68 65 43; www.lasonrisadelgnomo.com). Real, 5. Robregordo. La antigua fragua del pueblo se ha convertido en seis acogedores apartamentos rurales, equipados para dos y cuatro plazas. Precio fin de semana: 120-160 euros.

5 Valle de Ambroz

(CÁCERES)

Situado entre la recuperada comarca de Las Hurdes y los vergeles del valle del Jerte, se abre de norte a sur un pasillo fluvial, que recuerda más a las tierras gallegas que a las extremeñas, al amparo de las humedades del río Ambroz.

La orientación sureña de los montes, la suavidad de su clima y un índice de precipitaciones bastante elevado han convertido la vega del Ambroz y las laderas de sus montes en tupidos bosques de castaños y robles. Uno de los conjuntos forestales más emblemáticos es el bosque de castaños de Hervás, también conocido como castañar de los Gallegos, en las inmediaciones de la carretera de Cabezuela del Valle. La subida al alto del puerto de Honduras, que domina todo el valle, da una visión de la hermosura de estos bosques y prados que recuerdan los paisajes norteños de la España húmeda. La Vía de la Plata romana, que, a través de la fertilidad del río Ambroz, comunica la capital extremeña, Mérida, con la Astorga leonesa, ha sido empleada por infinidad de viajeros, cuyos últimos representantes han sido hasta hace muy poco tiempo los pastores trashumantes.

- El Jardín del Convento (927 48 11 61;

www.eljardindelconvento.com). Plaza del Convento, 22. Hervás. Muy cerca del barrio judío se ubica este edificio que ha mantenido su construcción original como convento. Posee un grandioso jardín centenario. La doble, de 48 a 80 euros.

Los amarillos de un arce destacan entre las nieblas  del bosque de Hormas, en la sierra de Riaño (León).
Los amarillos de un arce destacan entre las nieblas del bosque de Hormas, en la sierra de Riaño (León).

GUÍA PRÁCTICA

Información- HORMAS: Ayuntamiento de Riaño (987 74 06 65; www.fontun.com/riano y www.montanariano.com).- FOZ DE ARBAYUN: Centro de Interpretación de las Foces (948 88 08 74) y Centro de Interpretación de la Naturaleza de Ochagavía (948 89 06 80; www.pirineos.com).- EL TIEMBLO: Oficina de turismo de El Tiemblo (918 62 50 02; www.diputacionavila.es).- LA ACEBEDA: Centro de Información Villa San Roque (918 68 86 98; www.sierranorte.com y www.sierranortemadrid.org). Oficina de turismo del Lozoya (918 69 88 04).- VALLE DE AMBROZ: Turismo de Hervás (927 47 36 18; www.valleambroz.org).

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