El veto alemán abre una crisis en el sistema europeo Galileo
Industria resta importancia al bloqueo del programa de satélites
El programa Galileo, el sistema global de posicionamiento por satélite con el que Europa quiere romper el monopolio de EE UU, ha entrado en una fase crítica después de que los países de la Agencia Espacial Europea (ESA), reunidos en París, hayan sido incapaces de desbloquearlo. "Alemania no va a financiar la industria aeroespacial del sur de Europa y Francia", ha advertido el ministro alemán Manfred Stolpe.
El desarrollo del sistema Galileo, cuyos 30 satélites deberían empezar a desplegarse el año próximo, está bloqueado desde que, el 13 de septiembre, Alemania, España, Reino Unido y Finlandia vetaron la entrega de casi 400 millones de euros necesarios para completar la actual fase de desarrollo.
Desde entonces, se han perdido dos oportunidades para lograr un acuerdo: la primera, durante el encuentro de ministros de Transporte de la UE, el pasado día 6; y la segunda, con motivo de la reunión de los socios de la ESA, esta semana.
Berlín arrojó el jueves un jarro de agua fría sobre las espectativas de desbloqueo al difundir un comunicado en el que reafirmaba su veto. "Alemania es el principal contribuyente del programa con 500 millones de euros. No liberaremos fondos suplementarios si los intereses alemanes no son tenidos en cuenta de manera razonable", dijo el ministro de Transportes Manfred Stolpe.
Alemania alega que no recibe beneficios proporcionales a su contribución, al menos no en la misma medida que Francia e Italia, y exige más protagonismo para sus empresas.
En situación parecida, salvando las distancias, está España, no respecto a la fase de desarrollo -en la que empresas españolas han obtenido contratos por 94 millones de euros, equivalentes al 93% de la aportación nacional- sino de cara a la futura fase de explotación, que se negocia ahora.
Fuentes del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (Cedeti), dependiente del Ministerio de Industria, admiten que, "hasta la fecha, el resultado de la negociación no es satisfactorio, dado que no refleja las legítimas y razonables aspiraciones de España".
Las mismas fuentes recuerdan que "España es el único país de la ESA que pretende aumentar su contribución a la Agencia, al mismo tiempo que ha realizado una apuesta fuerte en Galileo, participando al 10,25%" en la fase de desarrollo y validación de los satélites.
España aspira a albergar uno de los dos centros de control del sistema, con una inversión inicial de 200 millones de euros, un gasto anual de 15 millones y la creación de 70 empleos altamente cualificados.
Industria intenta tranquilizar a las empresas españolas afectadas alegando que "la coyuntura actual de bloqueo por varios países es un elemento habitual de las negociaciones de este tipo de proyectos internacionales" y expresando su confianza en que, "a corto plazo", se logre un acuerdo satisfactorio.
Por su parte, Álvaro Azcárraga, presidente de Galileo Sistemas y Servicios (GSS), asegura que si no hay acuerdo a final de año el daño puede ser difícilmente reversible. Hasta ahora, se han gastado en Galileo más de 1.000 millones de euros y está previsto invertir otros 2.000 antes de que esté operativo, a partir de 2010.
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