Carretera de los pantanos

Hace cosa de un año circulaba de noche por la M-501, la denominada carretera de los pantanos, volviendo hacia Madrid, cuando tuve que frenar desesperadamente para no tragarme una rotonda fantasma. No era porque iba circulando a una velocidad exagerada ni porque había tomado un chupito de más, sino porque en aquella rotonda no se encontraba ni un cartel de señalización de curva, ni una luz de aviso, nada, absolutamente nada. Solo huellas de frenazos, tapacubos y bajos de coches desgarrados. Era la rotonda del kilómetro 2,200 aproximadamente.

Hace unos días me enteré que el padre de unos amigos ha quedado paralítico en un accidente de moto por culpa de esta rotonda. Esta mañana decidí volver a verla y cual fue mi sorpresa cuando vi que no se ha hecho absolutamente nada, ningún trabajo de infraestructura. Las huellas de frenazos se han multiplicado, incluso la acera de la rotonda se ha desgarrado en el lugar de impacto de los coches, y la superficie de la misma es un ancho camino sembrado de tapacubos, de faros, de neumáticos, de parachoques, que nadie siquiera se ha molestado en limpiar. Una empleada de la gasolinera más cercana me ha asegurado que en media, a su conocer, se producen 1 a 2 accidentes... ¡Por semana!

Lleno de odio, de tristeza y de impotencia, regresé a mi casa y traté de localizar a algún servicio de la Comunidad de Madrid para señalizar esta falta de infraestructura, pero parece ser que este tipo de reclamaciones es utópico.

¿Cómo puede ser que la Comunidad de Madrid ni siquiera sea capaz de realizar los trabajos de infraestructura pertinentes para que no se produzcan tantos accidentes en una triste y solitaria rotonda.