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Llet Nostra decide envasar la leche en casa

La cooperativa que comercializa la marca deja de enviar millones de litros a Navarra y procesará la leche en una nueva planta

Entre las más de 25 marcas de leche que llenan las estanterías de tiendas y supermercados, en el año 2003 se hizo hueco para otra más: Llet Nostra. En sus poco más de dos años de vida, la advenediza marca ha conseguido situarse como la quinta más vendida en Cataluña, con el 6% de cuota de mercado, tan sólo superada por marcas de grandes grupos industriales.

Nacida a raíz de la crisis provocada por Leche Pascual cuando ésta dejó de comprar leche a los ganaderos catalanes por la negativa de la Generalitat a aceptar como yogures sus productos pasteurizados, Llet Nostra ha dado un paso más en su aventura industrial para ser un producto autóctono vinculado al territorio y a la gente. Desde ayer, envasa parte de su producción en Vic.

La marca, que explota su origen autóctono y tradicional, se convierte en la quinta más vendida en Cataluña pese a su corta vida, de dos años

Con las nuevas instalaciones, Llet Nostra se convierte en la primera lechera cien por cien catalana y que controla directamente todo el proceso, desde la granja hasta el consumidor.

Lleters de Catalunya, la cooperativa que comercializa la marca Llet Nostra, dejará de enviar millones de litros de leche a Navarra, donde sus socios de Iparlat envasan el producto, para pasar a procesarla en su recién estrenada planta. Las nuevas instalaciones, que tienen capacidad para tratar 60 millones de litros al año, representan el primer paso de un ambicioso proyecto industrial que culminará a finales de 2006 con la apertura de la principal sede de envasado y desarrollo de nuevos productos de Llet Nostra en Bescanó (Gironès).

Detrás de Llet Nostra están el 30% de los ganaderos catalanes, que en junio de 2003 decidieron plantarse ante la excesiva dependencia de un sector controlado por cinco grandes grupos. Por aquel entonces, Leche Pascual se negaba a comprar leche de las explotaciones catalanas como represalia por una decisión política, que no aceptaba los yogures de esta marca como tales por la falta de las bacterias esenciales que éstos requieren. Aquel pulso con la Generalitat obligó a los ganaderos a desechar grandes cantidades de leche y los dejó cargados de problemas comerciales. Su posición de fuerza tampoco resultó beneficiosa a Leche Pascual. El sindicato agrario Unió de Pagesos urdió un boicoteo a los productos de la marca que, con el tiempo, resultó ser muy perjudicial y sobre el que no todo el mundo ha optado por pasar página. Hay quien lo continúa practicando.

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Aquella situación hizo abrir los ojos a muchos y se lanzaron a la aventura con el objetivo de garantizar la continuidad del sector lechero catalán y la recogida de la leche de las explotaciones a un precio justo. Hoy en día, Lleters de Catalunya agrupa las cooperativas de la Selva, Empordà, Baix Empordà, Campllong, Cadí y Mollerussa i Comarca, con una producción de 133.000 toneladas de leche, lo que supone el 23% de la producción total de Cataluña.

Se da la paradoja de que el centro de envasado de Llet Nostra en Vic -que ayer fue inaugurado en presencia del consejero catalán de Agricultura, Ganadería y Pesca, Antoni Siurana- se encuentra a unos kilómetros de la planta envasadora de quienes, sin quererlo, les allanaron el camino hacia el éxito.

El lanzamiento y la publicidad que rodearon la iniciativa de Lleters de Catalunya, con un anuncio exclusivamente en catalán que intentaba destacar el carácter catalanista y tradicional de la marca, fue ampliamente criticado por dar una visión excesivamente pueblerina y de mal gusto, según los habitantes de Gurb, donde esta instalada, y de la comarca de Osona en general.

Llet Nostra ha invertido un total de 3,5 millones de euros en reformar íntegramente las instalaciones de Industrias Casellas, de 4.000 metros cuadrados, e incorporar la última tecnología en envasado. Además, la apertura de la nueva planta le ha permitido sumar 10 puestos de trabajo a la veintena de empleos que ya había creado en la antigua empresa láctea.

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