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National Express y Alsa crean un gigante europeo del transporte de viajeros

La compañía británica paga 670 millones por la asturiana, que se queda con el 9,9% del grupo

El grupo británico National Express, líder del transporte de pasajeros por carretera en Europa, ha adquirido la histórica compañía asturiana Autocares Luarca (Alsa) por 670 millones de euros. Aunque formalmente se trata de una adquisición, ambas compañías hablaban ayer de "integración", dada la voluntad del accionista español, la familia Cosmen, de mantenerse en el negocio. Los Cosmen tendrán una silla en el consejo de National tras adquirir el 9,9% del capital del grupo y airear su voluntad de llegar al 15%, con lo que podrían convertirse en el primer accionista, por delante de Barclays (14,2%).

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National Express, que espera hacer efectiva la operación en seis semanas si ésta recibe el visto bueno del Servicio de la Competencia español, pagará a los Cosmen 217 millones de euros en efectivo y otros 165 millones en forma de 13,5 millones de acciones, además de asumir una deuda de 289 millones de euros.

Dentro del "espíritu de integración" que ha presidido el acuerdo, en palabras de un portavoz de Alsa, la empresa española "actuará como una división independiente y autónoma", manteniendo en Europa la marca, el Consejo de Administración y el equipo directivo. Las actividades de Alsa en China y América Latina, mercados poco compatibles con el europeo en términos de gestión, no forman parte del acuerdo.

La operación permite a National Express incrementar su liderazgo en el sector de transporte de pasajeros en autobús y autocar en términos de facturación, flota y plantilla -los datos sobre número de pasajeros son poco homogéneos y de difícil comparación- frente a la británica First Group y la francesa Connex. National Express extiende de una tacada su negocio en la Europa continental y pone sólidamente los pies en España en vísperas de la liberalización del transporte por ferrocarril, cuando en 2010 acabe el monopolio de Renfe.

Un grupo familiar

Alsa es un conglomerado familiar que en 200 años de historia se ha convertido en grupo puntero. Con 93 millones de viajeros al año y una cuota de mercado del 9%, Alsa es el líder en España de un mercado extraordinariamente fragmentado, en el que los cinco primeros grupos ocupan apenas el 20%. Según los datos facilitados ayer por National Express al presentar la operación, España es el quinto mercado del transporte en Europa y el tercero en transporte de viajeros por autocar, un medio que es utilizado 2,5 veces más que el ferrocarril y que supone el 11% del mercado con una facturación de 3.200 millones de euros y una tasa de crecimiento anual del 4%.

Aunque presente en Marruecos y Portugal, Alsa tiene su base en España, donde actúa en el ámbito nacional y regional y tiene 65 rutas que enlazan con el resto de Europa.

La compañía de Luarca (Asturias) emplea a 3.100 personas, tiene una flota de 1.400 vehículos y una facturación de 318 millones de euros en 2004. Son cifras que aguantan con dignidad la comparación con el negocio de National Express en las carreteras del Reino Unido: una flota de 2.431 autobuses, 388 millones de pasajeros al año y 627 millones de facturación durante el año pasado.

Pero National Express es mucho más que eso. Es la gestión de 2.794 trenes en el Reino Unido y de más de 20.000 vehículos en América del Norte (donde tiene una importante presencia en el transporte escolar y por ferrocarril en Estados Unidos y Canadá) lo que le convierten en un gigante con una flota de 19.500 vehículos que transporta más de 1.000 millones de pasajeros al año y facturó 3.638 millones de euros en 2004.

El presidente de Alsa, Jorge Cosmen, de 37 años, se sentará en el consejo de administración en calidad de director no ejecutivo y la familia tendrá reservado un lugar siempre que mantengan en su propiedad al menos el 8% de las acciones ordinarias del grupo.

Los Cosmen se han comprometido a mantenerse al menos durante dos años en el grupo y han mostrado su voluntad de elevar su participación hasta el 15%, lo que podría convertirles en el primer accionista. Pero Alsa no ha aclarado por qué no ha convertido en acciones de National Express el monto total de la operación, que les ha producido una ganancia en efectivo de 217 millones de euros.

Tanto National Express como Alsa han tenido especial cuidado en presentar la operación como una integración "que une a dos de los mayores operadores de autobuses y autocares en Europa". Huyendo siempre de dar la impresión de que se trata de una absorción de Alsa por National Express, la nota pública que da cuenta del acuerdo señala que "el acuerdo será efectivo mediante la transferencia de las compañías del grupo Alsa a National Express".

"Estamos encantados de que la familia Cosmen vaya a jugar un papel importante en el futuro del grupo a través de su sustancial participación accionarial", comunicó ayer el consejero delegado de National Express, Phil White.

Experiencia

El ejecutivo británico destacó que ambas compañías tienen "gran experiencia en el mercado de autocares y autobuses urbanos", por lo que "tenemos la seguridad de que poniendo juntos nuestro conocimiento y capacidades en estos sectores crearemos una plataforma para permitir que el grupo ampliado consiga grandes éxitos y aumente el valor para nuestros accionistas". National Express sigue los pasos de su rival británica Arriva Plc que también se ha lanzado a conquistar el mercado europeo.

"Es un momento histórico para nuestra familia y un momento crítico mientras seguimos construyendo nuestra larga historia en el transporte", aseguró Cosmen. "Ahora tenemos una gran plataforma para que sigan creciendo nuestros negocios", concluyó.

Un autobús del grupo Alsa se aproxima a la estación de Oviedo (Asturias).
Un autobús del grupo Alsa se aproxima a la estación de Oviedo (Asturias).

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