El embajador de España en Cuba se reúne con la disidencia en vísperas del día 12
El embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, se reunió ayer con miembros de la disidencia cubana para intercambiar criterios, entre otros temas, sobre la situación de los prisioneros políticos en la isla, la posible evolución de Cuba hacia un sistema democrático y la XV Cumbre Iberoamericana, que se celebrará el 14 y 15 de octubre en Salamanca.
La reunión tuvo lugar en un momento de rebrote de la tensión diplomática entre la UE y Cuba, debido a la invitación de opositores por la Embajada de Alemania a la celebración de su fiesta nacional, el pasado 3 de octubre.
El encuentro, de dos horas de duración, se realizó en la embajada y tanto diplomáticos españoles como disidentes que participaron en él lo desvincularon de la celebración del 12 de octubre, que el Gobierno español celebrará con una recepción en la residencia de Zaldívar, a la que han sido invitadas las autoridades.
Fuentes diplomáticas españolas reiteraron que, tras la suspensión de las sanciones diplomáticas impuestas a Cuba en 2003 por el encarcelamiento de 75 opositores -entre ellas, la que más molestó a La Habana fue la invitación de disidentes a las celebraciones de sus fiestas nacionales en Cuba-, España volvía a actuar como lo hacían antes las embajadas europeas; esto es: invitando al Gobierno a las fiestas pero no a miembros de la oposición, quienes siempre sostuvieron encuentros sistemáticos con diplomáticos pero de forma discreta.
"La reunión de hoy tiene que ver con los encuentros habituales que sostenemos con la disidencia y otros sectores de la sociedad civil cubana, no es una recepción especial con motivo del 12 de octubre ni está vinculada a él
dijo un diplomático español.
Asistentes e invitados
Los opositores que asistieron al encuentro fueron Marta Beatriz Roque, Vladimiro Roca, Elizardo Sánchez y Manuel Cuesta Morúa. También fueron invitados, pero no asistieron, el líder del Proyecto Varela, Oswaldo Paya, y representantes del movimiento de las Damas de Blanco, que aglutina a familiares y mujeres de presos del Grupo de los 75.
Entre los temas tratados con Zaldívar, según Cuesta Morúa, estuvo la utilidad real de las reuniones que desde hace meses sostienen las embajadas europeas y la oposición de forma "estructurada". Morúa consideró, como la mayoría de los opositores, más "productivo" este diálogo que el que se pueda sostener en una fiesta en una embajada. "La reunión en cócteles tiene el lado simbólico de reconocimiento a la oposición, pero creo que este tipo de diálogo es apropiado para lograr cosas a medio plazo", afirmó.
Los más críticos con la posición española, como Sánchez y Vladimiro Roca, dijeron que cada país tiene derecho a invitar a quien quisiera a su fiesta, aunque señalaron que la situación de los derechos humanos ha empeorado en los últimos tres meses.
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