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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Seis inmigrantes mueren tiroteados por fuerzas marroquíes junto a la valla de Melilla

Seis inmigrantes subsaharianos murieron en la madrugada de ayer cuando intentaban alcanzar la frontera de Melilla tras abrir fuego contra ellos las fuerzas marroquíes que trataban de impedir que unos 400 saltasen la valla. Las autoridades del país vecino informaron por la mañana de que habían conseguido frenar otra avalancha en la verja, la octava en esa ciudad autónoma en las últimas semanas.

Unas doce horas después de producirse los hechos, el Ministerio del Interior reconoció la tragedia y trató de explicarla. Previamente, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) había informado ya de que sus miembros habían recogido testimonios en Nador, la ciudad vecina de Melilla, que aseguraban que había muertos por disparos.

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Como ha sucedido en la inmensa mayoría de los otros ocho casos de inmigrantes fallecidos supuestamente por tiros o golpes desde agosto en las fronteras de Ceuta y Melilla, no consta la identidad de los fallecidos ni su nacionalidad.

En "legítima defensa"

Tras el abortado salto masivo, fueron detenidos 290 inmigrantes en territorio marroquí, según el gobernador de Nador, Abdalá Bendhaiba, cargo equivalente al subdelegado del Gobierno en España. En conversación telefónica con este periódico, Bendhaiba relató así los hechos: "Unos 400 subsaharianos atacaron de madrugada", camino de la verja, "los puestos de vigilancia de las fuerzas de seguridad marroquíes" en el perímetro del monte boscoso Gurugú, que domina Melilla.

"[Las fuerzas marroquíes] se vieron obligadas" a hacer uso de sus armas "en legítima defensa", prosigue. "Desgraciadamente, seis de ellos fallecieron". Hubo también, según Bendhaiba, 14 heridos, tres de ellos de las fuerzas del orden marroquíes y 11 subsaharianos hospitalizados en Nador. Aunque no da una estimación, la AMDH cree que el número de heridos es más elevado y otras fuentes oficiales marroquíes citadas por France Presse elevan la cifra a unos 30, sin especificar qué tipo de lesiones presentan.

"Nunca desde que estoy en este puesto los clandestinos han sido tan agresivos como esta madrugada", recalca Bendhaiba tratando de justificar la actuación de los hombres que están bajo su mando. "Tiraban piedras, llevaban palos, estaban determinados", asegura. "Prueba de su resolución es que entre los asaltantes no había ninguna mujer ni ningún niño; sólo hombres jóvenes".

Ayer de madrugada concluyeron su despliegue, en el área de Melilla, unos mil soldados marroquíes que refuerzan a los 1.750 agentes de las Fuerzas Auxiliares y de la Gendarmería que ya protegían la verja. Bendhaiba niega que el Ejército, poco preparado para las tareas de mantenimiento del orden, disparase. "No, no estaba en ese lugar", contesta tajante, aunque rehúsa revelar qué cuerpo, si la Gendarmería o las Fuerzas Auxiliares, abrió fuego. Estas últimas, los mehanis, son las más numerosas en la zona.

Los subsaharianos se dirigían a tres puntos de la verja, Iyassinan, Barrio Chino y Moralis, pero el gobernador está contento de que, según él, ninguno la alcanzase. "El que más se acercó debió llegar a 20 metros", sostiene. "El grueso de la pelea campal tuvo lugar a entre 50 y 100 metros de la verja". Pero uno de los inmigrantes sí logró llegar a Melilla, donde un periodista lo encontró ensangrentado y lo trasladó al hospital, informa Cecilia Jan.

En esta ciudad autónoma, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó, cuando aún no se tenía noticia de las seis muertes, que los inmigrantes que habían intentado el salto eran más de medio millar y que la avalancha se produjo entre las cinco y las siete de la mañana. Añadió que durante la operación resultaron heridos dos guardias civiles y un soldado español. Fernández de la Vega, que había llegado a Melilla la noche miércoles, se trasladó a continuación a Ceuta.Según fuentes oficiales marroquíes, más de la mitad de los asaltantes fueron capturados. El elevado número de detenidos, 290, se explica porque les cortaron la retirada para impedirles que regresasen al monte Gurugú, del que habían bajado.

La satisfacción del gobernador Bendhaiba se ve, sin embargo, empañada porque "se ha producido un drama". "Marruecos", afirma con solemnidad, "continuará sin descanso su lucha contra los cabecillas y los organizadores de este tráfico de emigrantes que explotan sin vergüenza la miseria". Repite hasta la saciedad su empeño por cooperar con España y destaca el esfuerzo que supone para su país dedicar 2.750 hombres a vigilar el perímetro de Melilla. "Si supiese lo que este despliegue permanente cuesta al Estado marroquí", se lamenta. "Se lo digo lo más amistosamente del mundo, podríamos hacer muchas cosas con ese dinero".

Horas antes, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero asumió en un desayuno informativo en Madrid que Marruecos es también "víctima" de la presión migratoria, abogó por incrementar las ayudas y apeló a la colaboración de la UE y de Argelia. Sobre las críticas recibidas por su falta de respuesta a una pregunta formulada tras la cumbre hispano-marroquí de Sevilla sobre una eventual cosoberanía de Ceuta y Melilla, Zapatero consideró "innecesario" hacer público su pensamiento, ya que la españolidad de ambas ciudades, dijo, "ni está ni estará en discusión".

En su visita a Ceuta, Fernández de la Vega anunció la primera devolución de subsaharianos pactada con Marruecos. Los primeros inmigrantes forzados a regresar a Marruecos tras haber logrado pasar la valla de Melilla son 70 personas de la región del Sahel de Malí, devastada por una plaga de langosta en 2004. Estaba previsto que fuesen enviados anoche por vía marítima, primero a Algeciras y luego a territorio marroquí, informa Manuel Altozano. Entrada la madrugada no había noticias del desarrollo de la operación. Varias organizaciones humanitarias se han apresurado a manifestar su preocupación por el destino que aguarda a éstos y otros inmigrantes que vayan a ser devueltos en el futuro y por el trato que puedan recibir por parte de Marruecos.

Soldados españoles patrullan la doble valla fronteriza de Melilla.
Soldados españoles patrullan la doble valla fronteriza de Melilla.

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