El 70% de los alumnos que agreden a sus compañeros asegura que lo hacen porque se sienten provocados

Las agresiones escolares no se dan por igual en todos los centros. Mientras en los privados el 14,6% de los alumnos declara agredir a sus compañeros, la tasa desciende al 7,5% de los alumnos de los centros públicos y el 6,3% de los concertados. Ésta es una de las conclusiones de una encuesta en la que han participado 800 alumnos de ESO -de 12 a 16 años- por Metra-seis por encargo del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia que se presentó en el congreso que comenzó ayer en Valencia, con la presencia de Doña Sofía, sobre violencia y escuela. El 70% agrede "porque me provocan", el 23% "porque [la víctima] se lo merece", el 18% "como respuesta a una agresión" y el 8% "porque [el agredido] me cae mal".

El director del centro, José Sanmartín, equiparó ayer la importancia del acoso escolar al maltrato a mujeres y reclamó para combatirlo un plan de acción a través de un programa común de prevención en toda España. Sanmartín distinguió entre violencia escolar -toda acción intencionada dirigida a causar daño que tiene lugar en las aulas o en el recinto escolar- y la "forma extrema de violencia escolar" que supone el acoso escolar, conocido también como bullying. En este caso, existe una violencia "persistente y sistemática; intimidatoria y que suele traducirse en exclusión social", según Sanmartín, que añadió que suele coincidir con un marco de violencia creciente y "siempre en un marco desigual de poder".

La encuesta refleja que un 14,6% de los alumnos consultados declaran sentirse víctimas de agresiones en el centro escolar y un 2,5% dicen sufrir maltrato. El responsable del centro señaló que esta cifra puede parecer poco importante "pero no lo es si lo comparamos con el 2% de mujeres maltratadas por sus parejas o ex parejas". Y añadió: "Estamos hablando de un auténtico síndrome, y como tal debería ser diagnosticado", que se manifiesta con elevados niveles de nerviosismo, ansiedad y tristeza.

Sanmartín rechazó el tópico que apunta hacia los inmigrantes cuando se habla de violencia: "La inmigración no es un factor de riesgo de comportamiento violento, sino más bien aumenta el riesgo de padecer agresiones".