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La ponencia del Estatuto acuerda denominar a Andalucía como nacionalidad histórica

IU y PA aprecian un "giro" de los socialistas hacia el PP por el debate catalán

Lourdes Lucio

La ponencia de la reforma del Estatuto de Autonomía acordó ayer la denominación de Andalucía como nacionalidad histórica. Esta decisión se tomó con el apoyo de PSOE y PP, que representan al 90% de los 109 diputados del Parlamento. IU y PA mantendrán hasta el final su propuesta de nación y así se recogerá en los votos particulares del dictamen. Estos dos partidos coincidieron en apreciar un "giro" de los socialistas a las posiciones de los conservadores andaluces, motivado, a juicio del portavoz de IU, Antonio Romero, por el debate del Estatuto de Cataluña.

Los 11 ponentes se impusieron una cargada agenda de trabajo que no cumplieron. Tan sólo pudieron pronunciarse sobre los títulos Preliminar y el capítulo dedicado al Parlamento, incluido en el de la Organización Institucional, y pospusieron el que regula la Organización Territorial.

El acuerdo principal alcanzado en la ponencia, que sólo será definitivo cuando se vote en el debate final de la proposición de ley el próximo año, afecta a la denominación de la comunidad, uno de los temas que separan en los partidos, aunque no a los ciudadanos. Según la encuesta del Instituto Opina para EL PAÍS del 28 de febrero, tan sólo un 1,5% de andaluces apoya el término nación y un 1,6%, el de nacionalidad. En otro sondeo del PSOE andaluz de julio pasado, el 4,1% optaba por la primera definición y el 1,5%, por la segunda.

La redacción del artículo pactado es igual de alambicada que la que figura en el Estatuto actual, en la que ya se recoge la expresión nacionalidad. Tan sólo se le ha añadido el calificativo de histórica. Dice así: "Andalucía, como expresión de su identidad y en el ejercicio del derecho al autogobierno que la Constitución reconoce a toda nacionalidad histórica, se constituye en comunidad autónoma, en el marco de la unidad indisoluble de la nación española, patria común indivisible de todos los españoles".

El portavoz socialista, Manuel Gracia, reconoció que la redacción es "muy tortuosa" y "mejorable" y aunque se mostró dispuesto a cambiarla, enfatizó que el PSOE "no tiene ninguna duda" de que la denominación es la que ha acordado con el PP.

Según informó Gracia, que es también presidente de la comisión estatutaria, los representantes de los cuatro grupos (PSOE, 61 diputados; PP, 37; IU, 6; y PA, 5) se pronunciaron en 66 ocasiones: 37 aspectos recibió la unanimidad; PSOE y PP fueron juntos en 15 ocasiones; mientras PSOE e IU coincidieron en 11. Los socialistas se quedaron solos en 13 pronunciamientos. El PA a efectos de contabilidad no figura ya que, según afirmó el portavoz popular, Antonio Sanz, "ni vota ni opina" a la espera de que dentro de unos 20 días presenten una redacción propia del Estatuto.

No obstante, ningún grupo quiso públicamente reprochar al PA su tancredismo, aunque en privado se afirmó que asisten a los trabajos de la ponencia como "convidados de piedra". El analucista Ildefonso Dell'Olmo intentó despejar dudas sobre el nivel de participación de su organización: "Queremos Estatuto esta legislatura y no vamos a ser ningún freno".

Otro de los acuerdos parciales es el de la inclusión del 28-F como Día de Andalucía, que contó con la reserva del PA que propone el 4 de diciembre, y al título del himno, que IU en solitario defiende que se llame Andaluces Levantaos.

El Título Preliminar del Estatuto alude también, entre otros aspectos a las comunidades andaluzas en el exterior; el respeto a las minorías; los derechos de los ciudadanos de la UE; y a los objetivos de la comunidad. Entre éstos, el PSOE, PP y PA están de acuerdo en eliminar la referencia a la reforma agraria, con el voto en contra de IU.

En el apartado de la Organización Institucional, los grupos están de acuerdo en que los senadores por la comunidad no tengan que ser diputados autonómicos, mientras que PSOE, IU y PA apuestan por establecer criterios de paridad en las listas electorales al Parlamento andaluz. La reformada ley Electoral de Andalucía ya recoge las listas cremalleras (alternancia de hombre y mujer en las candidaturas), norma que ha sido recurrida al Tribunal Constitucional por el PP.

Los socialistas se quedaron solos en dos peticiones que suscriben la oposición en bloque: la limitación a dos mandatos consecutivos del presidente de la Junta y la no coincidencia de las elecciones autonómicas con otros comicios.

Reunión de la ponencia del Estatuto de Autonomía, ayer en el Parlamento andaluz.
Reunión de la ponencia del Estatuto de Autonomía, ayer en el Parlamento andaluz.

Coincidencia al 50%

Antonio Sanz (PP) cifró en un 50% los temas de discusión en los que su partido y el PSOE coincidieron ayer, una aproximación que, sobre todo, IU contempla con preocupación. "El PSOE ha girado hacia el PP en los inicios de los trabajos, quizás para dar un pendulazo en relación con el debate del Estatuto catalán", afirmó el portavoz de IU, Antonio Romero. "No ha sido un buen día para un Estatuto progresista", añadió.

Romero reprochó a los socialistas no sólo el que no hubieran apoyado la denominación de nación, sino que también se hubieran opuesto a incluir entre los objetivos de la comunidad el derecho a recibir una educación "permanente y laica". También el andalucista Dell'Olmo destacó el "alto grado de coincidencia" de los dos principales partidos andaluces, en el primer día en que el se aplicó en la ponencia un sistema de votación mayoritario.

Pese a las coincidencias, Sanz intentó marcar diferencias con los socialistas, a los que pidió "coherencia" a la hora de defender lo mismo en Sevilla, Madrid y Barcelona respecto al término nación e instó a poner fin a "la empanada autonómica" en el seno del PSOE. El portavoz socialista, Manuel Gracia, no entró al trapo: calificó de "latiguillos" las palabras de su homólogo del PP y se limitó a aconsejarle "tranquilidad y buenos alimentos". "Ya veremos como termina en Cataluña lo de nación", apostilló.

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