Los acusados del asesinato de una niña en Almería se enfrentan a 25 años de cárcel
Un jurado popular determinará en las próximas tres semanas si Juana Santiago Santiago, de 36 años y prima hermana del padre de la niña, fue autora junto con su tía Engracia Santiago y el marido de ésta, Antonio Fernández Santiago, del asesinato de la niña de siete años Montserrat Fajardo el 17 de marzo de 2002, en el barrio de Los Almendros, en la capital almeriense.
En la vista oral que se inició ayer, el Ministerio Fiscal pide 25 años de cárcel para cada uno de los tres acusados y una indemnización de 150.000 euros. En su declaración ante el jurado, Juana Santiago aseguró que no tocó a la niña y que encubrió el delito "por amenazas".
La acusación particular pide, además de los 25 años de prisión para cada uno de los imputados, 260.000 euros de indemnización para los padres y 40.000 euros para cada hermano de la víctima.
La muerte de la niña Montserrat Fajardo conmocionó al barrio de Los Almendros hace algo más de tres años. En el escrito de calificación, leído por el Ministerio Fiscal en el juicio, se describe que ataron a la niña de pies y manos con una cinta adhesiva y que también le sellaron la boca. Seguidamente la colocaron en un barreño y le arrojaron un líquido corrosivo (ácido sulfúrico) que le abrasó el 80% de su cuerpo. Después le asestaron hasta 36 puñaladas, algunas de las cuales "se produjeron sólo para infligir mayor dolor y no la muerte".
En estos hechos participaron supuestamente Juana Santiago y su marido Antonio -que se suicidó pocas horas después- y el matrimonio formado por Engracia Santiago, tía de Juana, y Antonio Fernández. El escrito de calificación del fiscal también describe que los tres imputados y el fallecido limpiaron después el cuerpo de la pequeña y lo sacaron a la calle dentro de una caja de cartón y envuelto en una sábana.
El juicio se inició con extremas medidas de seguridad para proteger a los tres acusados de familiares de la víctima, que se desplazaron hasta la Audiencia Provincial. Los padres de Montserrat, Francisco Fajardo y Joaquina Cortés, que también prestarán declaración como testigos, no llegaron a entrar en la sala y permanecieron en las inmediaciones del juzgado. Durante el interrogatorio al que Juana Santiago fue sometida por el fiscal, la acusación particular y la defensa de los otros dos imputados, ésta negó que hubiese tenido algo que ver con lo ocurrido a la pequeña. "Yo no vi a la niña. No me acuerdo de la hora a la que me fui de la casa de mi madre. De allí me fui a casa de Engracia con mi hija Carmen Mari. No estaba Engracia, sólo estaba Antonio", relató la acusada.
Juana Santiago aseguró que cuando regresó a su casa sobre las 00.00 del día 17 de marzo con su hija, encontró a su esposo y al matrimonio Antonio Fernández, El Follares, y Engracia Santiago, La Mariqueña, con la niña tumbada en el suelo.La acusada reconoció haber limpiado la habitación donde se cometió el crimen y haber arrastrado ella sola la caja con la niña dentro desde la puerta de su casa hasta la calle donde fue encontrada. Tanto el fiscal, como la acusación particular y la defensa de El Follares y La Mariqueña hicieron constar las contradicciones de las declaraciones de Juana Santiago. Juana tenía declarado que ella misma ayudó a bajar el cuerpo de la niña desde la habitación donde estaba "para que no la arrastraran", al igual que también dijo que sus hijos jugaron en la calle con Montserrat esa misma tarde. "No recuerdo lo que declaré porque es una cosa muy fuerte. No son cosas para tener bien la cabeza lo que ha pasado", remachó.
La reanudación del juicio está prevista hoy a las 10.00 con el interrogatorio a los otros dos acusados: Engracia Santiago y Antonio Fernández.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.