Los implicados planeaban otras operaciones tras fracasar en Camas
El pleno del Ayuntamiento de Camas (Sevilla) del pasado día 13 de septiembre empezó a las nueve de la mañana. La policía tenía pinchado el teléfono del empresario Eusebio Gaviño desde el día anterior. Según consta en la investigación, Gaviño, que no asiste al pleno, ya sabe a las 9.27 que la concejal no adscrita Carmen Lobo ha incumplido el acuerdo que supuestamente la comprometía a votar a favor de dos proyectos urbanísticos a cambio de dinero.
En las llamadas telefónicas que intercambian a partir de ese momento cuatro de los implicados en el intento de soborno (Gaviño, el edil de Castilleja de Guzmán Aureliano Lucas y los concejales de Camas Antonio Enrique Fraile y José del Castillo), se muestran incrédulos, enfadados con Lobo y bajos de ánimo.
Aunque mientras intentan asimilar el fracaso de su plan algunos aluden ya a más proyectos urbanísticos en otros municipios de la comarca sevillana del Aljarafe. El quinto implicado, el alcalde Agustín Pavón, no aparece en ninguna de las llamadas intervenidas por la policía después del pleno municipal.
Gaviño y Lucas hablan por primera vez a las 10.02. El ya ex edil del PP en Castilleja inquiere al empresario sobre cuál puede ser la causa del cambio de opinión de Lobo. "No lo sé, no lo sé. Estábamos de puta madre", responde Gaviño. Comentan el desarrollo del pleno, hablan del peligro de que se destape el intento de soborno y, antes de despedirse, el empresario añade: "Oye, que esto no... En fin. Que lo de Sanlúcar lo tengo yo... Ya te hablo". El empresario se refería probablemente a Sanlúcar la Mayor, otra localidad del Aljarafe sevillano. "Bueno, a ver si por lo menos sale esto. Vamos a ver", responde el concejal.
"La guerra es muy larga"
A las 15.07, Gaviño habla con Antonio Enrique Fraile. Es la sexta conversación que ambos mantienen ese día, pero esta vez, además de al caso de Camas, aluden a Olivares, un municipio del Aljarafe donde vive el ex edil del PP. Su hermana María Victoria Fraile es la actual alcaldesa. Gaviño y Fraile muestran su decepción por lo ocurrido en Camas, pero en un momento de la conversación, el concejal intenta levantar el ánimo del empresario.
Fraile. Ahora vamos a ir a lo positivo. Yo tengo muy buenas cosas en Olivares.
Gaviño. ¿Cómo? ¿Cómo?
F. Y al mismo tiempo allí...
G. Perfecto. Pero vamos a ver, aquí no termina, hombre. Lo que pasa es que esto es un palo, ¿no?
F. Bueno, esto es una batallita. La guerra es muy larga.
G. Totalmente.
F. La guerra no la hemos perdido. Habremos perdido la batalla.
G. La batalla, eso es... Ésa es la palabra.
F. Pero la guerra no se ha perdido.
G. Eso es.
F. Vamos a seguir trabajando.
G. Hombre, por supuesto. Esto no tiene nada que ver. Pero hoy... mira.
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