_
_
_
_
Entrevista:SUSAN McCULLOUGH | Responsable de educación del MOMA

"El museo es un lugar de descubrimiento, que es sinónimo de aprendizaje"

El Museo de Arte Moderno de Nueva York, el MOMA, fue uno de los primeros en crear un departamento de educación del que es responsable, desde hace dos años, Susan McCullough. El programa empleado, la Didáctica del arte y el patrimonio, ha sido exportado a diferentes museos de Europa y América Latina y emplea el método del pensamiento visual: basado en plantear debates sobre las obras de arte y fomentar así valores cívicos entre los espectadores. McCullough ha formado a 40 profesores de la ESO que se encargarán de aplicar este método en sus centros escolares entre los alumnos de 9 a 12 años en Madrid.

Pregunta. ¿Cómo puede ayudar un museo a los colegios en la formación de los alumnos?

Respuesta. Sirve para acercar el arte a las familias y a los alumnos que, de otro modo, o no llegarían a los museos o estarían algo perdidos. Pero también el departamento educativo de un centro de arte debe salir de las salas y enseñar arte más allá, también en las aulas. Con el programa Didáctica del arte los profesores, previamente entrenados, imparten sesiones en las aulas con diapositivas antes de llevar a los chicos al museo. Una vez en el museo descubren lo que no se veía en la diapositiva. No sólo aprenden de arte, sino que aprenden con el arte.

P. ¿Qué aprenden con el arte?

R. Intentamos aportar valores, integrar lo que les explicamos en el museo con sus currículos educativos de las escuelas. Que los chicos relacionen lo que están viendo con el mundo que les rodea y lo que les enseñan en clase. Aprenden a escucharse, a razonar, argumentar, convencer a los otros y al final se forman ciudadanos tolerantes. Por ejemplo, el profesor nos comenta que le gustaría trabajar con el concepto de identidad y recurrimos a la galería de retratos donde a los chicos se les pregunta qué ven, cómo creen que es el personaje, cómo interpretan el lenguaje corporal... La obra de arte es un documento a interpretar, a descubrir, para que los niños razonen el porqué de las cosas, que aprendan a enriquecerse de las diferencias, a ser humildes y escuchar.

P. ¿Qué aporta el museo que no se pueda tener en un aula?

R. El museo es un lugar de descubrimiento, que es un sinónimo de aprendizaje. Un entorno donde se está seguro, las preguntas son abiertas y las respuestas también, el niño se siente seguro porque no le están poniendo notas. Además, el aprendizaje de la estética da pie a muchas cosas que no se aprenden en un aula. Un alumno inmigrante que no conoce el sistema educativo español y que no interviene en clase por vergüenza o por no saber qué decir sí puede participar en el museo porque le preguntan cosas sobre su percepción, sobre lo que ve.

P. ¿Cómo se puede explicar un cuadro de Kandinski a un niño de 10 años y relacionarlo con su mundo?

R. Intentamos que sientan cierto interés por lo que ven, que lo relacionen con algo con lo que ya están familiarizados. Les preguntamos qué sienten al ver un cuadro determinado, lo que les sugiere, a qué les recuerda y vamos guiando ese diálogo hasta donde nos interesa. Al final no es tanto que sepan de Kandinski como que se sientan útiles, que lo que piensan importa, que su opinión es válida para el grupo y que sientan que sirve para entablar una discusión, desarrollar un vocabulario y hablar de lo que sienten ante un cuadro.

P. ¿Cómo miran los niños el arte?

R. Siempre sorprende su sensibilidad especial. Por ejemplo en las Señoritas de Avignon, un cuadro que habla de sífilis, ellos, en muchas ocasiones, lo identifican con el sida, una enfermedad de este siglo. Creo que es una de las cosas más importantes, que los museos sean un espacio para crear ciudadanos, seres pensantes. Pero también un niño de cuatro años puede acercarse al arte y pensarlo, por ejemplo, a través de animales, de los sonidos que hacen, de sus dibujos sobre lo que han visto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_