_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cobardía

El eterno ibérico es la testiculina, la seña de identidad carpetovetónica. En cuanto aparece la palabra "cobardía" nos retrotrae a las más rancias tradiciones patrias. Para qué hablar de lo que ha dicho el PP del presidente de la Junta: "Está dispuesto a vender y a traicionar a Andalucía". A lo que se ve la cosa va de redaños. De declaraciones altisonantes y el presidente de la Junta "sólo" ha dicho que no está de acuerdo con el Estatuto catalán. Debería haber sido más racial. Encima nos dicen que no ha defendido la llamada deuda histórica, ese invento consistente en que toda España nos debe algo. En esto tampoco tiene Chaves el arrojo suficiente. De nada sirve que no hace ni un año que el Gobierno central le pagó al de Andalucía 2.500 millones de euros del déficit por la financiación autonómica, ni de que hace un mes se acordaron transferencias para la sanidad por otros 600 millones. Que se hayan retirado recursos judiciales y transferido competencias. Da igual. No hay lo que hay que tener. Además estamos convencidos de que Cataluña tiene mejor trato. Es otra constante para lo que no hacen falta encuestas. Para ser sincero he de confesar que no me produce el más mínimo temor el Estatuto catalán. Debo entrar en el grupo de los pusilánimes y los vendepatrias. Me da igual que los catalanes se llamen a sí mismos nación, no creo que le afecte a Andalucía lo más mínimo. Creo que nosotros formamos parte de la nación española, pero también me da un igual. Es a los nacionalistas de todo tipo a los que les importan símbolos y palabras. Las apelaciones a los derechos históricos no sirven para nada. Es como si el Estatuto andaluz lo escribimos en verso y ponemos una referencia a Argantonio. Incluso hay aspectos del proyecto de Estatuto catalán que veo interesantes para Andalucía, como la laicidad de la enseñanza y el derecho a morir dignamente. Ahora bien, en el tema del dinero creo que hay que ser exigentes e impedir privilegios. Eso sí es fundamental. No puede funcionar un Estado en el que cada uno se quede con la parte que estime conveniente. Sería una locura y castigaría a las zonas más desfavorecidas. Es un asunto sustancial y no el temor a que se rompa un país que lleva siglos unido y que no se va a deshacer ahora por mucho que lo anuncien con cálculo político el PP y su coro mediático.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_