Balza acepta eliminar el modelo mixto de representación en la Ertzaintza
El consejero de Interior, Javier Balza, sorprendió ayer en su comparecencia en el Parlamento para explicar la política de su departamento en esta legislatura al anunciar que prevé modificar la Ley de Policía para acabar con el modelo mixto de representación sindical en la Ertzaintza. En la actualidad, la asignación de los delegados se produce por dos vías: los comicios por sufragio secreto entre los 7.500 agentes y en función de la afiliación de cada central.
Esta segunda pata no ha podido ponerse nunca en marcha por la oposición de los sindicatos, salvo ELA, que han sostenido que no existía una seguridad absoluta de confidencialidad de los datos de sus afiliados.
En las dos legislaturas que Balza ha estado al frente de Interior, el tripartito, en ocasiones con la ayuda de la abstención de la izquierda abertzale, ha rechazado todas las iniciativas de la oposición para que la asignación de delegados en la Ertzaintza se produjese sólo según los resultados de las elecciones sindicales.
Balza tuvo que admitir ayer en la Cámara lo que durante todos estos años le han repetido sindicatos y oposición: que el modelo mixto es inviable.
El segundo asunto con contenido sindical tratado ayer por el consejero fue la negociación en curso del convenio, tras el preacuerdo económico rubricado en julio con Erne y CCOO para los próximos tres años. La semana entrante puede ser crucial en la negociación de un acuerdo regulador que a día de hoy está bloqueado, entre otras cosas por la segunda actividad.
El titular de Interior resumió que el preacuerdo supone para los agentes "una paga más al año y una semana menos de trabajo al año". Se negó a legislar sobre la segunda actividad mientras el Gobierno central no equipare la edad de jubilación para todas las policías y ofertó a los sindicatos, de manera transitoria, que los ertzainas mayores de 60 años no tengan que patrullar y que los mayores de 58 no trabajen por la noche.
