Segura arremete contra la crítica y defiende la libertad del público

Pensaban que sólo era un imbécil... acertaron". La cabecera del cartel de Torrente 3 El protector ya indica que la nueva película de Santiago Segura mantiene el espíritu torrentiano. La nueva entrega del policía más casposo del cine español se estrena hoy en 465 salas, como las grandes producciones estadounidenses, y su creador, que en esta ocasión ejerce también como guionista, director y productor -Amiguetes Entertainment junto con Antena 3 Televisión-, ha optado por una promoción a "lo bestia". Santiago Segura lleva cerca de un mes de plató en plató hablando de lo estupenda que es su película, incluso le ha regalado camisetas de su película a los jugadores del Atlético de Madrid.

Pese al éxito de público de sus películas, la primera parte convocó a cerca de tres millones de espectadores y la segunda consiguió más de cinco, el creador de Torrente ha optado en esta ocasión por evitar el tradicional pase de prensa al que suele acudir mayoritariamente la crítica -"que vayan a verla por sus medios"- y los periodistas especializados. Torrente justificó su decisión, entre otras cosas, para evitar la piratería -"en algunos pases se han detectado irregularidades y no quería tener que recurrir a los arcos detectores"- y que se destripe quienes protagonizan los cameos (intervenciones fugaces de personajes famosos) o alguna otra cuestión que afecte directamente al guión del filme y "fastidie" al público.

"A estas alturas muy poca gente, salvo algún taxista despistado, ignora que la película se estrena el día 30 [hoy]. He dedicado un 10% de la producción a la promoción y sólo espero que ahora sea la gente la que elija. Ése es mi único interés", aseguró ayer el artista durante la presentación a la prensa de la película en un hotel de la zona de Madrid que también aparece en el filme y en la que compareció acompañado de buena parte del reparto: Javi Gutiérrez, Toni Leblanc, Ivonne Scio, Carlos Latre, José Mota y Fabio Testi.

Como en las películas de James Bond, en los altavoces sonaba una de las canciones de la película, interpretada por Rosa, cuando Segura hizo su entrada en el salón donde estaba prevista la conferencia de prensa. Lucía la camiseta de la película, la misma que se regaló a los periodistas, y parecía tan seguro de sí mismo como de costumbre: "¡Hola, amigos! en el cartel de la película se ha deslizado un error: Javi Gutiérrez se llama Javier Gutiérrez", comenzó. Tras la broma empezaron las preguntas: ¿por qué no ha querido enseñar su película? "Lo que más me gusta es enseñar, pero es que estoy harto de ver las películas en el top manta dos semanas antes de que se estrenen en los cines. Soy consciente del torrentismo latente y de que nos gustan las cosas gratis o más baratas. Estoy a favor de la información pero no de que se destripen las películas, con lindezas del tipo 'Torrente abusa de los cameos' o que algún crítico listillo cuente el final de la película". Tras estos razonamientos, el director de Torrente 3 ofreció algunos datos sobre la piratería: "El 65% de los DVD son ilegales. El año pasado se descargaron 13 millones de películas, se vendieron 17 millones en el top manta y se realizaron 32 millones de copias privadas". La producción de Torrente 3 ha sobrepasado los "cinco millones de euros" y la piratería podría hacerle perder "dos millones de espectadores".

En esta ocasión, Segura convierte a su ex policía en el guardaespaldas de una eurodiputada italiana que visita España con el objetivo de cerrar las factorías de Petronosa, una multinacional que atenta contra el medio ambiente. Por lo poco que ayer contó Segura, su nueva película es "la menos políticamente correcta de todas y la más espectacular". Javier Gutiérrez sustituye a Gabino Diego como compinche de Torrente; Carlos Latre se convierte en el hijo del ex policía, fruto de una relación con una prostituta de carretera; Fofito se convierte en un francotirador y aparece Oliver Stone. Como en los anteriores filmes de la saga, la banda sonora la firma Roque Baños, pero en esta ocasión ha sido grabada en Londres, aunque conserva intacto el patetismo del personaje. A la espera del taquillazo, Segura no descartó que haya una cuarta parte de la saga.