Mejora la limpieza, pero no tanto la seguridad
El plan de choque contra la suciedad, el incivismo y la inseguridad que el Ayuntamiento emprendió hace unas semanas ha surtido efecto. Lo confirman vecinos y comerciantes de Ciutat Vella y de los principales ejes comerciales del Eixample. La mejora más visible se ha producido en la limpieza y el riego de las calles, aunque sobrevuela la duda de si el consistorio mantendrá -o será capaz de mantener- un dispositivo del calibre del actual cuando disminuya la presión ciudadana.
Además de valorar el esfuerzo, los comerciantes se muestran partidarios de atacar las causas de la suciedad. Es decir, ir a por quienes ensucian. Y recuerdan que no sólo son incívicos los turistas y los inmigrantes, sino que muchas veces son los propios vecinos quienes tiran basura con la que luego tendrán que lidiar en el portal de casa.
La seguridad es otro frente. Y en este sentido, la satisfacción no es tan elevada. La máxima preocupación se centra en las bandas de gitanos rumanos que roban en bares y terrazas, además de los hurtos a turistas. Las respuestas de los encuestados también permiten observar que la índole de los problemas varía de una calle o plaza a la otra, aunque la separación sea de sólo unos metros.
Fernando Badillo: "La catedral está como siempre, no hay mejora"
Fernando Badillo, que trabaja en un estanco frente a la catedral, asegura que el entorno está "como siempre". "No hemos notado la diferencia. Vienen con los carros y riegan a primera hora, pero al rato vuelve a haber basura. Sobre todo en las calles de atrás, las menos turísticas". "Otro problema son las baldosas", explica, "cuando llueve salpican y te dejan hecho un asco".
Marlon Avendaño: "En la calle Ferran la limpieza se ha notado un montón"
Marlon Avendaño, encargado del café Schilling, en la calle de Ferran, afirma que "el refuerzo en limpieza se ha notado un montón". La Guardia Urbana, además, impide que grupos de jóvenes europeos pasen la tarde sentados en las esquinas de la calle. "Con lo que no hay manera es con los gitanos que entran a robar a los clientes", lamenta.
Llum Ventura: "Me preocupa el incivismo de la gente que ensucia"
Llum Ventura, propietaria de La Pelu, en la calle de la Argenteria, está preocupada por "la gente que ensucia, por el incivismo". "En esto de la limpieza no se pueden cargar las tintas sólo contra el Ayuntamiento, porque limpian y al cabo de unas horas vuelve a estar igual. Y tampoco se puede culpar a la gente de fuera, vemos cada día que los vecinos son los primeros en ensuciar", asegura.
Marcio Lima: "El fin de semana la calle de Rauric sigue asquerosa"
Marcio Lima regenta una tienda de alquiler y reparación de bicicletas en la calle de Rauric, uno de los puntos negros de Ciutat Vella. "Entre semana se ha notado que hay más limpieza e incluso los vecinos bajan la basura a la hora que toca, pero los fines de semana la calle está asquerosa de orines y vómitos. Además, puedes comprar cualquier droga a cualquier hora", dice.
Oriol Iglesias: "La policía vigila más el tráfico que la seguridad"
La panadería de los padres de Oriol Iglesias está en la plaza de George Orwell, otro foco de conflictos. Iglesias reconoce que se limpia más, pero se muestra preocupado ante la actitud de la Guardia Urbana: "Se dedican más a poner multas de tráfico por pequeñas cosas, como descargar la furgoneta, que a la seguridad. Cuando hay follón de verdad no se atreven a entrar".
Saïd Kais: "El Raval está sucio, faltan lavabos públicos y 'pipi-can"
Saïd Kais vive y trabaja en el Raval. "¿Ha habido algún cambio?" se pregunta con sorna. "Pasan la manguera, sí; pero el Raval está sucio, lleno de cacas de perro, de orines, de basura... de gente del barrio y de fuera". "Habría que barrer más, poner más lavabos públicos en los parques y plazas, y sitios específicos para las necesidades de los perros y los toxicómanos", sugiere.
Berta Muñoz: "El despliegue de limpieza en la plaza Reial es brutal"
Berta Muñoz, gerente del restaurante Taxidermista, en la plaza Reial, aplaude el "brutal despliegue" de limpieza que el Ayuntamiento ha llevado a cabo en las últimas semanas, pero cuestiona que tantos medios puedan durar mucho tiempo y se pregunta "por qué han tardado tanto en ponerse manos a la obra". "Quizá se les había ido de las manos...", contesta ella misma.
Jaume Garcia: "Antes veía policía, pero ahora ni con los tres cuerpos"
Jaume Garcia regenta una frutería verdulería en la calle de Ramelleres. Se queja de la limpieza, pero sobre todo de la inseguridad, "y eso que estamos a dos pasos del ayuntamiento de distrito", recuerda. "Antes veías policía, y ahora que hay tres cuerpos
[Guardia Urbana, Mossos d'Esquadra y Cuerpo Nacional de Policía], el uno por el otro, la casa sin barrer".
Vicenç Gasca: "La solución no es pasar la manguera, sino ir a las causas"
El presidente de Sant Antoni Comerç, Vicenç Gasca, no niega la mayor frecuencia de limpieza, pero compara el dispositivo municipal y sobre todo el riego con manqueras con "tomar un antitérmico para la fiebre: atacas de choque el problema, pero no la causa". "Llevamos meses advirtiendo de que hay que atacar la raíz", recuerda.
Laurentino Pons: "En el paseo de Gràcia el problema es la venta ilegal"
El secretario general de la Asociación de Amigos del Paseo de Gràcia, Laurentino Pons, celebra el refuerzo de limpieza y reconoce que el eje comercial está "limpio y aseado", pero explica que el problema son "los pedigüeños, carteristas, los gitanos rumanos que roban en las terrazas, los tarotistas y el top manta". "Ellos hacen su agosto, pero nosotros todo lo contrario", asegura.
Albert Toll: "La gente cada vez es más cochina y no se limpia igual"
Desde hace casi 20 años, Albert Toll, cartero, recorre a diario el barrio del Born de punta a punta. En su opinión, "la gente es cada vez más cochina". "Siempre se ha orinado y ensuciado, pero no tanto". Además, Toll considera que los modernos métodos de limpieza no son tan efectivos como los antiguos. "Por muchas máquinas que se pongan, no hay nada como una escoba", zanja.
Joana Solé: "Hace 20 años era horrible, mejoró y empeora de nuevo"
Tras dos décadas vendiendo pan en la plaza de los Àngels, Joana Solé afirma que Ciutat Vella se encuentra en un periodo de declive. "Hace 20 años era horrible, había mucha basura y los toxicómanos se nos morían en la puerta. Luego hubo una mejora muy grande, y ahora la situación vuelve a empeorar". "Si el Ayuntamiento no pone freno, se les irá de las manos", augura.
Eloi Martí: "Ver un barrendero en la plaza del Pi era algo inédito"
Desde su bar terraza del entorno de la iglesia del Pi, Eloi Martí, observa con agrado el cambio que se ha producido desde hace unas semanas: "Ver a un operario barriendo era algo inédito". La mejora es visible, por ejemplo, en la cantidad de veces que se vacían las papeleras. Sin embargo, Martí se reconoce "descreído" y "toca madera" para que "el Ayuntamiento no baje la guardia".
Felicidad Arozarena: "En el Born hay callejuelas con las que no hay manera"
Desde la tienda de cerámica y souvenirs en la que trabaja en la calle de Montcada, Felicidad Arozarena ha asistido a la mejora en la limpieza de las zonas turísticas, pero sigue contemplando el abandono en el que se encuentran determinadas callejuelas, "como las de Cremat Gran y Cremat Xic: no hay manera de que la limpien y el hedor algunas mañanas es insoportable", destaca.
Juan Jiménez: "En La Rambla hay más limpieza y seguridad"
"Sí se ha notado la limpieza, tanto de día como de noche", afirma tajante el dueño del quiosco de la Rambla ubicado frente al Liceo. "El problema es que lo mantengan, porque yo creo que ha sido con vistas a la Mercè. Incluso en la cuestión de la seguridad, durante las fiestas ha ido como la seda. Pero hay que estar constantemente, porque la gente es cada vez más sucia", afirma.
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